Los quarks representan un grupo fundamental de partículas elementales que se agrupan para formar protones y neutrones, los componentes clave del núcleo atómico. Al igual que los electrones, los quarks son clasificados como fermiones. Sin embargo, los físicos a menudo utilizan la terminología de «sabores» para describir sus diferentes tipos. Estos sabores incluyen: arriba (arribaALTO), abajo (Abajo), encanto (encanto), extraño (Extraño), cima (Excelente) y fondo (Abajo). En la materia ordinaria, el tipo más prevalente de quarks son los quarks arriba y abajo, los cuales forman la mayoría de la materia visible en el universo. Es interesante señalar que el quark cima es reconocida por ser la partícula elemental más pesada que se ha identificado en la naturaleza, lo que añade una capa fascinante a su estudio y a la física de partículas en general.
Adentrándonos en un concepto intrigante dentro de la física de partículas, encontramos la supersimetría. Esta es una hipótesis teórica que sugiere que cada una de las partículas fundamentales que conocemos tendría una hermana o compañera. El modelo intenta explorar el vínculo entre los bosones, que tienen un spin entero, y los fermiones, que poseen un spin semi-entero. Es vital mencionar que, a pesar de ser una idea fascinante, la supersimetría sigue siendo un marco totalmente teórico que aún no ha sido corroborado a través de observaciones empíricas. Hasta ahora, no ha habido evidencia que apoye su existencia en el mundo físico y experimental.
Los físicos todavía no entienden cómo combinar quarks y gluones
La fuerte interacción nuclear es una de las cuatro fuerzas fundamentales que rigen el comportamiento del universo, actuando como el «pegamento» que mantiene unidos a los quarks. Este fenómeno permite la formación de protones, neutrones y otros hadrones, asegurando la estabilidad del núcleo atómico. Hasta ahora, los investigadores han supuestos que esta fuerza actúa de manera uniforme sobre todos los quarks sin distinguir entre sus diferentes sabores. Este principio se conoce como simetría de isospin, y se basa en que las oscultaciones en las masas y cargas de los quarks no afectarían al comportamiento global de la interacción.
Un kaon es una partícula subatómica que está constituida por un quark y un antiquark; específicamente, es una mezcla de un quark extraño y uno de menor peso
Siguiendo con el principio de isospin, se predice que las colisiones de iones pesados, que involucran átomos o moléculas con carga global positiva o negativa resultante de la pérdida o ganancia de electrones, deberían generar números similares de bariones cargados eléctricamente y kaones neutros. La masa de los quarks arriba y abajo es prácticamente igual. Es vital resaltar un aspecto interesante en este contexto: un kaon es una partícula subatómica que está compuesta por un quark y un antiquark, específicamente un quark extraño. La inclusión de este quark extraño confiere propiedades notoriamente peculiares al kaon, lo que lo convierte en un objeto de reconocimiento y estudio en la investigación de partículas.
Un hallazgo significativo por parte de físicos del CERN se identificó cuando el experimento NA61/Shine demostró que dicha simetría de isospin no se cumple de la manera esperada. Esto se debe a que las colisiones de iones pesados generan un desequilibrio notable entre la producción de bariones y kaones neutros, un resultado que no estaba anticipado. Aunque se había considerado la posibilidad de un grado de desequilibrio, la magnitud del mismo superó las expectativas. Este descubrimiento tiene implicaciones muy significativas, ya que los modelos teóricos actuales luchan por proporcionar explicaciones adecuadas para este comportamiento observado.
Aunque a primera vista esta discrepancia podría parecer un problema, en realidad es una gran oportunidad dentro del ámbito de la física de partículas. Cuando tales inconsistencias emergen, ¿Qué podemos aprender de nuestros experimentos? Esta singular desigualdad posee la capacidad de avanzar nuestra comprensión sobre cómo opera la fuerte interacción nuclear, así como enseña sobre la forma en que se combinan los quarks y gluones en la producción de hadrones, llevando a un progreso significativo en nuestra comprensión del universo.
Imagen | Sargento
Más información | Sargento
En | «Cuando logramos nuestro objetivo, se desencadena una revolución en la física»: hablamos con Santiago Folkueras, un físico de CERN