


El café es un alimento que ha sido objeto de numerosas investigaciones debido a sus múltiples beneficios para la salud, muchos de los cuales son bien conocidos. Sin embargo, un uso bastante inusual del café no se encuentra en la lista de recomendaciones científicas que promueven sus propiedades: la introducción rectal. Este método no solo se enfoca en la absorción directa de cafeína, sino que también se ha vinculado a tratamientos alternativos para el cáncer.
Los enemas de café, que han ganado popularidad en algunas comunidades, pueden ofrecer más que simplemente efectos positivos.
PEC. Literalmente. Si has estado al tanto de las tendencias en salud y bienestar en los últimos años, es probable que hayas escuchado el término «PEC». Este acrónimo significa «por el culo», actualizado y en ocasiones considerado vulgar, en el marco de las nuevas tendencias de salud. En el caso específico del café, se refiere a un procedimiento algo peculiar conocido como enemas de café.
Cerebro. Este procedimiento se popularizó después de que Gwyneth Paltrow, una actriz y empresaria conocida por su enfoque en el bienestar y la salud alternativa, recomendara los enemas de café a través de su marca Goop. Paltrow ha sido una figura controversial en el mundo de la salud, promoviendo una variedad de productos que van desde cosméticos hasta tratamientos de belleza poco convencionales.
Por un lado, se han comercializado huevos de jade y vapores vaginales, mientras que por otro se encuentra el Implante-o-rama. Este último es un término singular que se refiere a festivales donde los enemas de café son protagonistas. Con precios que rivalizan con los de los cafés de especialidad, estas prácticas han sido objeto de críticas por parte de la comunidad científica, ya que carecen de evidencia que respalde su eficacia y, más alarmante aún, pueden llevar a los pacientes a sustituir tratamientos comprobados por estas prácticas alternativas sin fundamentos.
Para la muestra, tarifas de licencia. Un caso reciente que ha llamado la atención es el del rey Carlos III, quien fue diagnosticado con cáncer el pasado año. Aunque no se reveló el tipo de cáncer específico, el monarca optó por seguir tratamiento convencional mientras cumplía con sus deberes. Sin embargo, la polémica surgió cuando se reveló que Carlos III estaba considerando el uso de tratamientos alternativos como los enemas de café, abandonando la quimioterapia.
¿Qué tratamientos alternativos podrían estar en su mente? Bueno, se ha rumoreado que el rey podría estar interesado en la Gerson Therapy, un enfoque que data de 1930, desarrollado por el médico Max Gerson para tratar el cáncer y otras enfermedades degenerativas. Esta terapia aboga por una dieta estrictamente vegetariana, jugos naturales, suplementos de vitaminas y la realización de enemas de café como pilares de su enfoque terapéutico.
Desintoxicación. Según la terapia de Gerson, el cáncer es el resultado de un metabolismo deficiente en el cuerpo, lo que provoca la formación de tumores. Por lo tanto, su idea se basa en restaurar el equilibrio metabólico mediante la eliminación de toxinas y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Sin embargo, esta teoría ha sido desmantelada por la falta de estudios clínicos controlados que demuestren la eficacia de este método, siendo más destacable el hecho de que no se ha comprobado su capacidad para curar, aunque algunos pacientes afirman que les ayuda a mejorar su calidad de vida.
El Instituto Nacional del Cáncer ha llevado a cabo numerosos estudios y ha llegado a la conclusión de que los casos reportados de éxito no presentan indicadores claros de beneficios terapéuticos, y que además, la Gerson Therapy puede resultar increíblemente costosa y poco práctica. El rey, mientras todavía era Príncipe de Gales, elogió la terapia de Gerson en un discurso sobre terapias complementarias relacionadas con el cáncer ante el Royal College of Obstetricians and Gynaecologists.
La idea tras los enemas de café es que ayudan a desintoxicar el cuerpo al estimular los conductos hepáticos y biliares. La cafeína se absorbe a través del recto y se dice que expande los canales, facilitando la eliminación de toxinas acumuladas debido al metabolismo celular. También se ha dicho que alivia el dolor y mejora el sistema inmune, y hay quienes afirman que los médicos usaban esta práctica durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Crimea para aliviar el sufrimiento de los soldados.
Y vino la ciencia. Tanto el Instituto Nacional del Cáncer como el Cancer Research UK han dejado claro que no existe evidencia científica sólida que apoye estas afirmaciones. Además, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) no ha autorizado el uso de estas prácticas como tratamientos válidos para enfermedades. Los expertos en salud y la comunidad médica rehúyen de estas terapias, citando que el cuerpo humano ya cuenta con órganos, como el hígado y los riñones, que son responsables de la desintoxicación natural.
Peor que bueno. Aquí es donde la situación se vuelve compleja. Las teorías alternativas pueden parecer «buenas» si se emplean junto a tratamientos respaldados por la ciencia. Por ejemplo, el agua con azúcar puede tener un efecto placebo en algunos pacientes. Sin embargo, cuando un tratamiento alternativo no está respaldado por evidencias, puede volverse perjudicial en lugar de beneficiar.
Expertos en salud digestiva han advertido que estas prácticas pueden ser peligrosas incluso para personas saludables, presentando una larga lista de posibles efectos adversos que no son nada agradables. Los riesgos incluyen inflamación del colon o del recto, infecciones que pueden llevar a septicemia, desequilibrios electrolíticos, quemaduras rectales y perforaciones intestinales, lo que podría resultar en complicaciones graves.
No todo Enema. A pesar de toda esta evidencia y de la información científica, aún existen defensores de prácticas alternativas en detrimento de la medicina convencional. Sin embargo, vale la pena mencionar que en ciertos contextos, los enemas pueden ser necesarios, como para limpiar el intestino antes de una cirugía, tratar el estreñimiento severo o como parte del tratamiento en casos de inflamación intestinal grave.
Refiriéndonos al caso de Carlos III, es proverbial el humor del comediante Ricky Gervais, quien comentó que es problemático que alguien use su enfermedad para promover prácticas alternativas, a menos que estas se realicen junto a tratamientos respaldados por la evidencia científica.
En conclusión, parece que la forma más segura y placentera de disfrutar del café sigue siendo a la manera tradicional: a través de la boca.
Fotos | Helen4780
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