Tegucigalpa, 9 de abril (Xinhua): En un contexto global donde la tensión entre la multilateralidad y la noción de soledad se hace cada vez más palpable, es crucial que América Latina se convierta en un faro de esperanza común, buscando colaborar juntos para abordar los desafíos del nuevo milenio.
Durante su discurso dirigido a los líderes y presidentes de las naciones latinoamericanas y caribeñas, Gustavo Petro subrayó que los países han estado siendo sometidos a la presión de las fuerzas hegemónicas, llevándolos a elegir entre permanecer en soledad o buscar una multilateralidad que promueva la solidaridad en la asistencia conjunta.
“La pregunta fundamental es si nos ayudamos mutuamente o no. Podemos optar por salir de nuestra soledad como pueblos o, por el contrario, a quedar atrapados en el aislamiento. Debemos actuar como una sola humanidad”, afirmó Petro, haciendo alusión a la obra del novelista colombiano Gabriel García Márquez.
El presidente colombiano extendió una invitación a sus colegas presentes en la cumbre de la Celac, instándolos a forjar un programa multilateral de asistencia que no se limite a recordar las agendas del pasado centenario de América Latina y del Caribe.
“Debemos decidir entre avanzar en solitario o apoyarnos mutuamente”, afirmó. Petro expresó su firme convicción de que es esencial fomentar la cooperación mutua entre los países de América Latina y el Caribe para abordar y resolver sus propios problemas, advirtiendo que el fracaso en este sentido podría llevar a la autodestrucción de la región.
Desde su perspectiva, Petro considera que la postura aislacionista impulsada por la actual administración estadounidense ha generado un entorno desfavorable para los migrantes de América Latina y el Caribe, lo que resulta en un conflicto con su dignidad y los derechos humanos. “Debemos decidir si aceptamos a estos migrantes como parte de nuestra comunidad o continuamos con un enfoque que los margina”, añadió.
“América Latina no debería renunciar a su compromiso con la dignidad humana. Es vital que la región reconozca su importancia dentro de la Celac, y seleccione una agenda que priorice la asistencia y no la soledad”, concluyó el presidente.
La IX Cumbre de líderes y jefes de gobierno fue un llamado a la unidad en la región, que también reunió a 33 Estados miembros de esta agencia regional.
Honduras, que tenía la presidencia de Pro Tempore el año anterior, ha transferido este rol a Colombia, donde se aprobó la Declaración de Tegucigalpa, con el objetivo de guiar el rumbo hacia una integración política y económica más profunda en América Latina y el Caribe.