Bruselas, 10 de abril (Sputnik) – La Unión Europea (UE) ha decidido suspender la implementación de las contramedidas que había planeado tomar en contra de los Estados Unidos. Esta decisión fue anunciada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El anuncio se produce en un momento en que las tensiones comerciales entre ambas entidades han estado en aumento, y subraya la voluntad de la UE de dar prioridad a las negociaciones diplomáticas.
“Queremos dar a las negociaciones una oportunidad para prosperar. Actualmente estamos en la fase final de preparación de las contramedidas por parte de la UE, las cuales han recibido un fuerte respaldo de nuestros Estados miembros, pero decidimos suspenderlas por un período de 90 días”, explicó Von der Leyen a través de su cuenta en la red social X. Este enfoque parece reflejar un deseo de abordar las preocupaciones comerciales mediante el diálogo en lugar de la confrontación.
Sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea también dejó claro que no se descartan las contramedidas en el futuro. “Si las negociaciones no conducen a resultados satisfactorios, no dudaré en implementar la contramedida a los aranceles de EE. UU.”, advirtió. Este statement destaca la postura firme de la UE en defender sus intereses comerciales ante lo que consideran prácticas desleales de comercio por parte de Estados Unidos.
A partir del 5 de abril, EE. UU. ha implementado una tasa arancelaria base del 10% sobre una variedad de productos importados, con ciertas excepciones. Además, desde el 9 de los mismos, se planteó la posibilidad de cobrar un impuesto más elevado sobre bienes provenientes de aproximadamente 60 países, de los cuales EE. UU. mantiene un déficit comercial significativo. Este movimiento se percibe como una continuación de políticas comerciales agresivas por parte de la administración actual en EE. UU.
Los aranceles adicionales propuestos por EE. UU. podrían representar “aproximadamente la mitad” de lo que esos países cobran a EE. UU. En el contexto global actual, la administración Trump justificó estas acciones como un gesto de buena voluntad, aunque numerosos expertos han cuestionado la metodología utilizada por la Casa Blanca para calcular el desequilibrio comercial.
Para las naciones de la Unión Europea, la subida de tasas por parte de EE. UU. podría alcanzar hasta el 20%. De hecho, fue el día jueves cuando el gobierno de Estados Unidos anunció repentinamente que se pospondrían las tarifas “recíprocas” durante un periodo de 90 días, permitiendo así un respiro temporal en las relaciones comerciales.
En este momento, la administración Trump se mantiene firme en imponer una tasa uniforme del 10% para todas las importaciones, exceptuando productos clave como el acero, el aluminio y los automóviles, que enfrentarán aranceles mucho más severos. Se prevé que los gravámenes sobre estos productos sean del 125%, lo que se suma a un elevado 84% en aranceles impuestos a las importaciones desde el gigante asiático. (Sputnik)