Río de Janeiro, APR (Sputnik). – En un contexto marcado por el aumento de las tensiones comerciales a nivel global, las relaciones entre Brasil y China están experimentando un significativo fortalecimiento. Este fenómeno se produce en un entorno donde las políticas de comercio internacional, impulsadas por la administración del presidente de los Estados Unidos, han generado un clima de incertidumbre y complejidad en las dinámicas entre las naciones.
El estrechamiento de los lazos entre Brasilia y Beijing se manifiesta en un incremento notable de encuentros y reuniones entre delegaciones de ambos gobiernos. De hecho, la interacción entre los líderes, Luiz Inácio Lula da Silva y Xi Jinping, ha alcanzado un hito significativo, con su próxima reunión, que será la tercera desde que Lula asumió nuevamente la presidencia a principios de 2023.
Este importante encuentro está programado para llevarse a cabo en China como parte de un itinerario más amplio que incluirá también una visita de Lula a Rusia, donde se reunirá con el presidente Vladimir Putin. La cooperación entre Brasil y China se ha intensificado particularmente desde noviembre del año pasado, cuando ambos líderes acordaron elevar el nivel de sus conexiones diplomáticas. Aquel encuentro resultó en la firma de más de 60 acuerdos en áreas críticas como infraestructura, energía, y agronegocios, además de otros sectores estratégicos.
Según declaraciones realizadas a Reuters por el gobierno brasileño, la reunión entre Lula y Xi en mayo no será un evento aislado, ya que otra reunión ya ha sido programada para julio, coincidiendo con la celebración de un evento en Río de Janeiro. Un portavoz explicó que este proceso de fortalecimiento de relaciones es considerado “inevitable” dada la actual situación global, señalando que China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil.
El mismo diplomático, que prefirió permanecer en el anonimato, destacó que en el escenario actual, donde las relaciones con Estados Unidos representan un alto nivel de riesgo, buscar alternativas se ha vuelto crucial. «China es una opción natural», indicó, subrayando la necesidad de diversificar las relaciones comerciales ante la incertidumbre que provoca la política exterior estadounidense.
Además de centrarse en mejorar la asociación con China, Brasil también busca cerrar un acuerdo comercial regional con la Unión Europea y fomentar la colaboración entre importantes economías en desarrollo. Este enfoque es parte de los esfuerzos para mitigar los riesgos asociados con las tensiones generadas por la guerra comercial emprendida por la administración de Trump.
Según Reuters, la agenda de Beijing incluye encuentros programados con funcionarios y líderes de América Latina y el Caribe, que se realizarán el 13 de mayo. Posteriormente, Xi planea regresar a Brasil en noviembre, un viaje que está previsto para coincidir con la reunión de las Naciones Unidas, donde se espera la participación de aproximadamente mil empresarios chinos. (Sputnik)