Los funcionarios encargados de la energía pública que están destacados en la terminal de cruceros Moín, ubicada en la provincia de Limón, han llevado a cabo una operación significativa que resultó en la confiscación de una considerable carga de cocaína. Esta droga estaba camuflada dentro de mesas de madera que formaban parte de un contenedor, lo que demuestra la sofisticación utilizada por los traficantes para el contrabando de sustancias ilegales.
Durante la inspección inicial de las plataformas de este contenedor, las tropas lograron detectar un total de 120 paquetes de cocaína, los cuales estaban escondidos de manera astuta en las reglas de madera del mismo. Cada paquete tenía un peso aproximado de 270 gramos, lo que suma un total aproximado de 32 kilogramos de cocaína incautada. Este esfuerzo disciplinado subraya la importancia de las operaciones de inteligencia en la lucha contra el tráfico de drogas en la región.
La exitosa intervención fue el resultado de una colaboración efectiva entre la inteligencia policial y el uso de escáneres avanzados, que permiten identificar cargas sospechosas en los puntos de entrada. Esto refuerza no solo la capacidad de las fuerzas de seguridad para detectarlas, sino también su compromiso con la reducción del tráfico de drogas en el país.
Es importante mencionar que la carga confiscada estaba marcada como «fruto fresco» con Bélgica como puerto de destino final. Este detalle destaca cómo los narcotraficantes utilizan métodos ingeniosos para disfrazar sus actividades ilegales y hacer que su carga parezca legal ante los ojos de las autoridades. Esto también sugiere una red de tráfico más amplia que opera a través de múltiples fronteras, aprovechando los sistemas comerciales internacionales para mover sus productos ilegales.
Como comentó la cartera de seguridad, «la tendencia se afirma que las organizaciones penales envían pequeñas cantidades de drogas que se encuentran y confiscan gracias al trabajo de la policía». Esta afirmación refleja una estrategia de los criminales que busca evitar la detección mediante el envío de lotes más pequeños, lo que complicaría el trabajo de las fuerzas del orden. Sin embargo, la reciente intervención a principios de abril marca ya la tercera incautación de cocaína por parte de los oficiales durante este mes, lo que pone en evidencia la efectividad de su trabajo en la prevención del tráfico en otros puertos de Europa.