Recientemente, el Poás -Volcano ha demostrado una tendencia hacia una actividad reducida, según lo reportado por el Observatorio volcanológico y sismológico de la Universidad Nacional (Ovsicori-un). Este cambio en la actividad volcánica ha suscitado un interés renovado por comprender las implicaciones que esto tiene para la seguridad de la población local y el medio ambiente circundante. A través de sus observaciones, los científicos han podido establecer un marco para seguir evaluando la situación y determinar qué acciones pueden ser necesarias.
A pesar de la reducción en la actividad del volcán, las autoridades han indicado que las erupciones siguen ocurriendo de manera regular, lo que significa que, aunque la intensidad haya disminuido, el Poás no ha dejado de tener actividad volcánica. La emisión de gases y otros materiales se sigue presentando, y es crucial para la comunidad y los visitantes que se mantenga una vigilancia constante sobre el comportamiento del volcán y la calidad del aire, ya que la actividad volcánica puede cambiar rápidamente.
Es importante señalar que el desalojo de As, que se refiere a la forma en que el volcán libera material y gases, no es un proceso continuo, pero los expertos han observado que las emisiones de agua y vapor del agua son bastante fuertes y consistentes. Este fenómeno de la liberación de vapor y gas es un indicativo de la actividad interna del volcán y debe ser monitoreado adecuadamente para prevenir situaciones de riesgo para quienes se encuentran en las cercanías del poás.
Los científicos consideran que los pulsos de actividad no están elevando la pluma de gases y cenizas como se había observado anteriormente. Las mediciones actuales muestran que la pluma se eleva hasta aproximadamente 100 metros, lo cual es considerablemente menos en comparación con alturas más significativas registradas la semana pasada. Este cambio en la altura de la pluma puede ser un indicador positivo, sugiriendo que el volcán podría estar entrando en una fase menos activa.
«Se confirma la tendencia hacia la disminución de la actividad», afirmó Geoffroy Avard de Ovsicori, quien enfatizó la importancia de continuar con la vigilancia y el estudio del volcán para asegurar una respuesta adecuada ante cualquier eventualidad.
Es vital que tanto las autoridades como la población mantengan un enfoque proactivo respecto a los monitoreos y sigan las directrices comunicadas por Ovsicori. La información constante y la comunicación efectiva son claves para garantizar la seguridad de los habitantes que residen en las cercanías de este emblemático volcán en Costa Rica.









