
Brasilia, 22 de abril (Xinhua) – Recientemente, los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Chile, Gabriel Boric, han expresado su preocupación por las tensiones comerciales en la región, lo que se ha interpretado como el surgimiento de una nueva «Guerra Fría» en el ámbito económico. En un comunicado emitido tras su reunión en el Palacio de Planalto, la sede del gobierno brasileño, ambos mandatarios habían acordado no aceptar el proteccionismo que ha marcado la política exterior de Estados Unidos, buscando así defender la autonomía comercial de las naciones sudamericanas.
El presidente Lula da Silva subrayó la necesidad de fortalecer las instituciones regionales para poder mantener relaciones sólidas y continuas entre los países sudamericanos, independientemente del cambio de gobiernos. «Sueño con la integración. No soy un mero soñador, ni un idealista sin fundamento. Soy un nuevo liberador que cree firmemente en la necesidad de una conexión más profunda entre nuestras naciones como Chile, Uruguay y Ecuador,» afirmó Lula durante su discurso.
Además, Lula da Silva se cuestionó el motivo por el cual ninguna nación latinoamericana ha alcanzado un desarrollo tecnológico y científico comparable al de países más avanzados. «La disparidad en riqueza entre México y Canadá me sorprende, así como la pobreza persistente en América Central, especialmente cuando Estados Unidos tiene la capacidad de contribuir a su desarrollo. Sin embargo, no parece que haya interés en promover ese avance,» reflexionó.
El presidente brasileño también criticó la postura proteccionista adoptada por su colega estadounidense, Donald Trump, señalando un cambio brusco hacia el rechazo de la globalización y el libre comercio. «Es sorprendente observar cómo, en lugar de favorecer la libre competencia y el comercio internacional, se prefiera optar por políticas proteccionistas,» cuestionó Lula.
Gabriel Boric, por su parte, hizo eco de las preocupaciones de Lula, declarando que no desea una nueva Guerra Fría y enfatizando la importancia de mantener relaciones comerciales con todas las naciones, sean Estados Unidos o China. «No quiero que nos veamos obligados a elegir entre dos potencias. Aspiro a negociar y establecer lazos con todos los países, a comprar y vender libremente,» expuso Boric.
El presidente chileno subrayó la amistad entre las naciones sudamericanas y la necesidad de reafirmar valores compartidos y la integración regional como fundamentales para avanzar. «Estamos unidos como amigos en América del Sur; continuaremos luchando juntos por nuestros principios, defendiendo la democracia, el multilateralismo y el libre comercio,» declaró.
Boric también reiteró el compromiso de Chile de oponerse al proteccionismo y a la politización arbitraria del comercio, defendiendo la autonomía estratégica en el sistema global, manteniendo relaciones equilibradas con diversas naciones. Asimismo, destacó la importancia de aunar esfuerzos en pos de la prosperidad común en un mundo cada vez más incierto.
Durante las conversaciones, ambos presidentes realizaron un balance de los intercambios comerciales, señalando que el comercio entre Brasil y Chile ya supera el que Chile mantiene con varios países europeos y que existe un vasto potencial por explorar en áreas como la investigación, servicios financieros y tecnología de la información. El presidente brasileño fue proactivo, invitando a Boric a la cumbre de BRICS que se celebrará en Río de Janeiro del 6 al 7 de julio.
Finalmente, ambos gobiernos firmaron varios acuerdos que abarcan diversas áreas, tales como defensa, seguridad pública, cultura, agricultura y emprendimiento, consolidando así su compromiso con la cooperación y el desarrollo conjunto.