Washington, 23 de abril (Latin Press) En un nuevo análisis, se pronostica que América Latina y el Caribe experimentarán un crecimiento económico notablemente reducido para el año 2025. En un comunicado emitido hoy, el Banco Mundial (BM) ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento económico, lo que genera preocupación entre los economistas y líderes regionales.
23. Abril de 2025. | 14:49
El pronóstico indica que la región probablemente verá un incremento en su Producto Interno Bruto (PIB) de solo un 2.1 por ciento este año, un descenso significativo que se atribuye a una baja inversión y niveles alarmantes de endeudamiento, según lo detallado en el nuevo informe.
El Banco Mundial ha señalado que la situación de algunos países de la región, que están estrechamente alineados con Estados Unidos, ha creado una mayor incertidumbre en lo que respecta a futuras proyecciones económicas. «Los países que dependen en gran medida de su relación con Estados Unidos están mostrando signos de inseguridad respecto a sus planes de desarrollo más inmediatos y están adoptando prácticas que fomentan la externalización de empleos hacia naciones más cercanas», comentó un representante de la Institución Bretton Woods.
En un informe anterior publicado en octubre del año pasado, el Banco Mundial había anticipado que el crecimiento del PIB para la región sería del 2.6 por ciento en 2025. Sin embargo, este pronóstico se ajustó a 2.5 en enero y ha sido nuevamente revisado a la baja a 2.1 por ciento, lo que refleja un entorno económico más precario del que se esperaba anteriormente.
La agencia también ha modificado sus previsiones para el año 2026, reduciendo la estimación de crecimiento del 2.7 por ciento que había sido proyectada en enero a un 2.4 por ciento, sugiriendo una tendencia descendente que podría tener efectos a largo plazo sobre la recuperación de la región.
«El escenario económico global ha cambiado de manera drástica, caracterizado por niveles elevados de incertidumbre», afirmó el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo. Esta aseveración resalta la fragilidad de las expectativas económicas en un contexto internacional en constante cambio.
La entidad también ha reconocido que la región debe abordar varios desafíos estructurales, como la insuficiencia en apoyo a la competitividad empresarial, la infraestructura deficiente, y carencias en educación. Tal falta de atención en estos ámbitos tiene repercusiones directas sobre el comercio y la creación de empleos, así como en la provisión de mejores oportunidades tanto para empresas como para ciudadanos.
Los resultados modestos en términos de crecimiento y comercio destacan la urgente necesidad de implementar un «programa de reforma a largo plazo» que prepare a las economías regionales para enfrentar nuevos desafíos y capitalizar oportunidades emergentes, declaró la fuente.
A medida que la inversión se vuelve crucial, el panorama del gasto público sigue siendo preocupante: la relación entre la deuda y el PIB regional ha aumentado del 59.4 por ciento en 2019 al 63.3 por ciento en el pasado año, lo que representa una carga creciente que limitará la capacidad de acción de los gobiernos.
Finalmente, el Banco Mundial puntualizó que el acceso a la tecnología y el aprovechamiento de economías de escala siguen siendo factores clave que pueden impulsar tanto el comercio exterior como la inversión extranjera, elementos que son esenciales para acelerar el crecimiento en la región, que enfrenta grandes disparidades entre las distintas naciones, especialmente las de la isla del Caribe.