WASHINGTON, 23 de abril (Xinhua) – En un interesante giro de eventos, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que no tiene la intención de despedir al jefe de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell. Sin embargo, no ha dudado en manifestar su insatisfacción respecto a las tasas de interés, que considera demasiado elevadas.
Esta declaración representa un cambio notorio en la postura de Trump, quien hasta hace poco había arremetido fuertemente contra Powell. El pasado jueves, el presidente sugirió que, en su opinión, tenía la autoridad necesaria para despedir al responsable de la Reserva Federal, una declaración que levantó muchas cejas y generó un intenso debate en los círculos económicos.
El lunes, Trump se refirió a Powell en una plataforma social como «caballero». Sin embargo, sus comentarios estaban teñidos de un tono crítico, refiriéndose a él como un «gran perdedor» y argumentando que el banco central debe adoptar un enfoque más serio y responsable, promoviendo tasas de interés más bajas para contrarrestar la inminente desaceleración económica que amenaza al país.
Es importante recordar que Jerome Powell asumió el mando de la Reserva Federal en el año 2018 y actualmente está en medio de su segundo mandato, que se espera que finalice en mayo de 2026. Durante su tiempo al frente del banco central, Powell ha tenido que navegar por una serie de desafíos económicos y ha tomado decisiones difíciles en un contexto de inflación y presiones del mercado.
En varias ocasiones, Powell ha manifestado a los medios que, según la legislación estadounidense, el presidente no tiene la capacidad legal para despedir al presidente de la Reserva Federal sin una causa justificada. Esto implica que las diferencias de opinión, por muy fuertes que sean, no son razones suficientes para romper esta relación laboral. Así, el papel y la independencia de la Fed se mantiene como un tema crucial en la discusión sobre la política monetaria del país.
A medida que el gobierno de Trump enfrenta desafíos adicionales, como la gestión económica y la respuesta a la inflación, las acciones y decisiones que tome la Reserva Federal bajo el liderazgo de Powell serán objeto de un intenso escrutinio. La economía estadounidense y su recuperación dependen en gran medida de cómo se manejen tanto la política fiscal como la monetaria durante estos tiempos inciertos.