
En una reciente decisión que ha captado la atención de los aficionados al fútbol y los medios de comunicación, el Puntarenas FC ha decidido llevar una apelación ante el tribunal disciplinario de la Federación de Fútbol de Costa Rica. Esta acción se produce como respuesta a la resolución impuesta por la corte disciplinaria relacionada con el uso del estadio «Lito» Pérez de Miguel, un recinto emblemático para el club y sus seguidores. El contexto de esta apelación gira en torno a la imposición de sanciones que se consideran severas y que afectan directamente la operatividad del equipo en sus próximos compromisos deportivos.
De acuerdo con un informe disciplinario que ha sido publicado recientemente, se ha indicado que la apelación presentada por el Puntarenas FC ha sido rechazada. Se establece que la decisión de la corte disciplinaria implica una multa considerable de 1,000,000 de colones, así como el veto del estadio «Lito» Pérez de Miguel para los próximos dos partidos en casa. Esta situación es compleja y ha generado una serie de reacciones tanto de los directivos del club como de los aficionados, quienes están preocupados por las implicaciones económicas y deportivas de esta sanción.
La decisión de sancionar al equipo parece vincularse con eventos ocurridos durante partidos recientes, donde la conducta de algunos aficionados pudo haber influido en esta resolución. Esta situación no solo afecta al equipo en términos de su rendimiento en el campo, sino que también plantea desafíos financieros, ya que la multa impuesta es significativa y podría influir en el presupuesto del club. Ahora, el Puntarenas FC debe evaluar sus opciones y reflexionar sobre cómo abordar estos problemas en vez de concentrarse solamente en el terreno de juego. El futuro inmediato del club y la afición está en un estado de incertidumbre, y la resolución de esta apelación podría determinar el camino a seguir para el Puntarenas FC en las próximas jornadas.