China se ha convertido en el principal mercado para Intel, representando una parte significativa de sus ingresos. Durante el año financiero 2024, un impresionante 29% de las ventas de Intel tuvo su origen en este país asiático, superando el 24% de sus ventas en los Estados Unidos. Este hito se traduce en un asombroso ingreso de 15.400 millones de dólares provenientes de China. Estos datos no solo destacan la importancia de China como mercado para Intel, sino que también subrayan la vulnerabilidad de la compañía ante un contexto geopolítico cada vez más complejo y tenso.
A lo largo de los últimos dos años, las sanciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos a China han impactado severamente las operaciones de Intel. Estas restricciones han llevado a la empresa a enfrentar desafíos significativos en la venta de sus chips más avanzados a clientes chinos. Otras compañías competidoras como Nvidia, AMD, Broadcom y Qualcomm han enfrentado situaciones similares, pero el momento actual es especialmente crítico para Intel. En nuestros análisis anteriores, hemos discutido en profundidad la crisis económica y la intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que también ha afectado las dinámicas empresariales en la región.
Los chips maduros son clave para la supervivencia de Intel en China
Desde su fundación en 1968 por Gordon Moore y Robert Noyce, Intel no solo ha estado a la vanguardia en la creación de microprocesadores para computadoras, sino que también ha incursionado en el desarrollo de GPU para videojuegos, inteligencia artificial (IA) y procesadores cuánticos. Sin embargo, un aspecto crucial de su negocio se centra en la comercialización de circuitos integrados más antiguos, provenientes de nodos de litografía menos avanzados. Aunque estos chips no son considerados de vanguardia, siguen siendo indispensables en múltiples aplicaciones.
En el clima de tensión actual entre Estados Unidos y China, la disponibilidad de estos circuitos integrados menos sofisticados se vuelve esencial para el mercado chino
En la tensa relación actual entre Estados Unidos y China, estos circuitos integrados más antiguos son de vital importancia. Los diseñadores y fabricantes de chips en China pueden ofrecer a su propio mercado los chips maduros que necesitan para la producción de dispositivos, telecomunicaciones y automóviles, así como otras industrias. A pesar de esto, muchas universidades, centros de investigación y usuarios dentro de China siguen utilizando software diseñado para los procesadores X86 y X86-64, lo que indica que actualmente dependen de las CPU de Intel para cumplir con sus requerimientos computacionales.
Intel se beneficia de esta necesidad existente. Según información de Reuters, la demanda de microprocesadores más antiguos por parte de China para computadoras y servidores generados por personal de empresa ha aumentado de manera considerable. Esta tendencia resulta ser un alivio muy valioso para Intel en el contexto actual, aunque cualquier posible cambio regulatorio o arancelario futuro entre Estados Unidos y China relacionado con los circuitos integrados podría tener un impacto significativo en la operación de la empresa. Sin duda, el futuro se presenta incierto, pero es innegable que China se mantiene como un pilar fundamental para Intel en su estrategia de negocios.
Imagen | Intel
Más información | Reuters
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