
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE), en colaboración activa con el Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), la Red Sismológica Nacional (RSN) y el Laboratorio de Química de la Atmósfera (LAQAT), continúan monitoreando de manera exhaustiva la actividad del volcán Poás. Este esfuerzo conjunto es crucial para garantizar la seguridad de las comunidades cercanas y para proporcionar información actualizada sobre la situación del volcán.
Las autoridades han destacado que este viernes 25 se ha llevado a cabo un seguimiento riguroso en el área del parque nacional, así como en las diferentes zonas donde se han detectado tarjetas voladoras en la parte superior del volcán. Esto se realiza con el objetivo de evaluar las condiciones actuales y prever potenciales riesgos para la población.
Es importante señalar que el área más afectada se encuentra en el interior del parque, donde se han registrado acumulaciones y bloques balísticos. Este tipo de actividad puede tener repercusiones significativas, y las autoridades están muy atentas a la evolución de la situación, sobre todo en la zona donde pueden surgir más peligros debido a la acumulación de material volcánico.
«Los estallidos continuaron de una manera ligeramente moderada, no tan intensa como el lunes y miércoles de esta semana, pero se ha mantenido la presencia persistente de cenizas en las erupciones», señala Blas Sánchez, geólogo del CNE, enfatizando la importancia de seguir de cerca estos eventos.
Además, se ha observado que en las revisiones de la parte norte y occidental del volcán se han acumulado materiales, especialmente en los ríos que descienden de él, como el río Output, que es uno de los principales afluentes afectados por este fenómeno. Esta acumulación podría tener consecuencias graves en caso de que se produzcan lluvias intensas, ya que podría provocar deslizamientos de tierra y flujos de lodo.
Las autoridades también han reportado una congestión significativa en las partes superiores del río Agrio, el río del río y el río Gorrión. En el caso de que se registre un evento de lluvia importante, es probable que estas corrientes incorporen material volcánico, lo que podría afectar la calidad del agua y la seguridad de las áreas circundantes.
En este contexto, las autoridades están recomendando a la población que eviten el consumo y el contacto con estas fuentes que podrían estar contaminadas o ser peligrosas.
«También se recuerda sobre la condición de la advertencia de naranja para los cantones de Sarchí y Grecia, donde ha habido un aumento en los informes sobre las consecuencias de la actividad volcánica, principalmente afectando a los humanos, cultivos y ganado debido a las cenizas y gases», afirmó Sánchez, subrayando la urgencia de atender estas recomendaciones.
Las autoridades también recuerdan la importancia de seguir las recomendaciones emitidas por las instituciones competentes para asegurar la protección de la comunidad. Es fundamental que la población se mantenga informada y tome las precauciones necesarias mientras continúan las actividades de vigilancia y monitoreo en la zona. La situación en el volcán Poás sigue siendo una prioridad para todas las entidades involucradas en su estudio y seguimiento.
The Post Poás Active: el peligro en los ríos y la influencia en las comunidades apareció primero en un periódico adicional.