El FC Barcelona logró vencer al Real Madrid en la emocionante final de la Copa del Rey, un encuentro que tuvo lugar en el icónico estadio La Kartuja de Sevilla. El único gol del partido fue anotado por Peddy en el minuto 28, lo que definió el destino del partido y otorgó al Barcelona la victoria en este clásico del fútbol español.
Desde el inicio, la primera mitad del encuentro se desarrolló con un 0-1 a favor de los culés, un marcador que se mantuvo durante un buen tiempo. Sin embargo, el partido no estuvo exento de contratiempos para el equipo merengue, ya que su defensa, Ferland Mendy, sufrió una lesión en los primeros ocho minutos del encuentro. Esta desafortunada situación significó que el defensor francés se viera obligado a abandonar el campo tras haber acumulado ya nueve partidos esta temporada, siendo víctima de una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Esto dejó al equipo en una situación difícil, ya que Mendy había sido uno de los pilares en la defensa madridista. Su salida fue reemplazada por Fran García, quien tuvo que asumir el desafío de contener a los atacantes del Barcelona.
En cuanto al rendimiento individual, Killion fue uno de los jugadores que se quedó en la banca, y el equipo técnico decidió no darle minutos en el campo. Uno de los talentos más destacados del partido fue Lamin Yamal, quien brilló durante los primeros 45 minutos con una impresionante calificación de 7.3, lo que refleja su contribución al juego ofensivo del Barcelona. Por el contrario, dos jugadores del equipo de Madrid, Antonio Radigar y Jude Bellingham, mostraron un desempeño más discreto, con una calificación de 6.8 cada uno según el portal de estadísticas Sofascore. Esta diferencia en el rendimiento se vio reflejada en las distintas maneras en que ambos equipos gestionaron el partido.
La final, un choque entre estos dos gigantes del fútbol español, se convirtió en un encuentro memorable, marcando un nuevo capítulo en la intensa rivalidad entre el Barcelona y el Real Madrid. El triunfo del Barcelona no solo les otorgó la copa, sino que también sirvió como un impulso moral significativo para el equipo en el resto de la temporada. La actuación de jugadores clave y la capacidad de adaptarse ante adversidades, como la lesión de Mendy, jugaron un papel crucial en el desenlace del partido.
