

España ha se enfrentado a un Día no publicado en su historia. Este inusual evento provocó una serie de situaciones críticas en toda la península ibérica, afectando no solo a España, sino también a Portugal. Debido al consumo masivo de electricidad que se registró, los servicios de transporte público se vieron obligados a interrumpir operaciones, lo que a su vez impactó muchas empresas que dependían del suministro de energía. La falta de electricidad también generó preocupaciones sobre posibles problemas de seguridad, exacerbando la crisis que ya se vivía en el país.
Ante esta situación inédita, el Ministerio de Laborización y Economía Social tomó la iniciativa de emitir diversos comunicados a través de su perfil en la Red Social X. En estos mensajes, se recordó a los trabajadores la importancia de estar informados y cómo el gobierno está comprometido en proteger sus derechos laborales en circunstancias excepcionales:
«El gobierno garantiza la protección de los trabajadores en vista de los problemas de suministro de electricidad. Los permisos de sangrado están disponibles para los trabajadores afectados».
Remuneración de permisos en casos de violencia desencadenada
Similar a lo ocurrido con el Dana en Valencia y otros fenómenos climáticos adversos, el Ministerio de Trabajo ha recordado a los empleados que el Acto de trabajo establece una cobertura especial para aquellos casos que se consideran violencia o que afectan directamente el entorno laboral. Esta cláusula de protección está diseñada para situaciones extraordinarias, impidiendo que las empresas tomen represalias, como despidos o reducciones salariales, si los empleados no pudieron acudir a sus lugares de trabajo debido a estas circunstancias.
El Artículo 37.3 Sección G. de la legislación laboral aborda las regulaciones sobre el descanso semanal, festividades y permisos, incluyendo aquellos pagos que se activan en situaciones de violencia. Según la ley, los trabajadores tienen derecho a solicitar hasta cuatro días de permiso si se encuentran en la imposibilidad de acceder a su lugar de trabajo debido a condiciones adversas, como recomendaciones oficiales, restricciones o prohibiciones impuestas por las autoridades pertinentes ante situaciones de riesgo.
En este contexto, el Ministerio de Trabajo subrayó que tales autorizaciones pueden ser categorizadas como permiso pagado por violencia médica:
Dadas las recomendaciones oficiales de no desplazarse a menos que sea estrictamente necesario, debido a incidentes graves de tráfico, calles en condiciones peligrosas y fuertes congestiones que dificultaban la circulación, los trabajadores están protegidos por este marco legal. Además, la normativa también contempla la posibilidad de que las labores se realicen de manera remota, siempre que las infraestructuras tecnológicas lo permitan. Sin embargo, en este caso particular, la saturación de las redes de comunicación y la falta de energía complicaron la viabilidad del trabajo a distancia.
Aunque la mayoría de los servicios han comenzado a reestablecerse con la vuelta del suministro eléctrico, es importante señalar que los comunicados oficiales advierten de que durante el día de hoy, siguen registrándose incidentes en diferentes servicios de tráfico ferroviario. Este contexto sugiere que en ciertas circunstancias, los empleados podrán también recurrir a dicha autorización de permiso pagado si les resulta imposible asistir a su lugar de trabajo.
A pesar de los problemas de tráfico que siguen afectando el transporte público, las redes de comunicación han logrado permanecer en funcionamiento, lo que hace posible la opción de trabajo remoto, siempre que las condiciones lo permitan. Es una situación que pone a prueba las adaptaciones laborales flexibles en tiempos de crisis y demuestra la importancia de contar con protocolos adecuados para emergencias.
En | Trabajar en tiempos de emergencia de protección climática: el gobierno promueve nuevos permisos y protocolos de trabajo según el Dana
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