MADRID, APR (SPUTNIK) – La coalición española de izquierda conocida como Surer ha instado a la necesidad de que la red nacional de electricidad sea gestionada completamente bajo control estatal. Este llamado se realizó a través de un comunicado que fue publicado el pasado miércoles, y surge a raíz de un apagón masivo que afectó recientemente a varias localidades en el país ibérico.
En el documento, que lleva por título «Seis puntos para el sistema eléctrico público, verde y sostenible», los autores argumentan que el «control público del 100% de la red de electricidad» es una medida esencial para asegurar un suministro energético confiable y sostenible.
Además, se incluye un exhorto a llevar a cabo un análisis profundo de las causas que llevaron a esta situación de emergencia. Se pide también una «purificación de responsabilidad» en contra de las oligopolios energéticas, exigiendo explicaciones claras sobre cómo se ha llegado a tal escenario.
La coalición enfatiza que su objetivo es garantizar el acceso al suministro de energía para todos los ciudadanos, de manera que la distribución sea «territorial y socialmente justa». Este enfoque está en línea con las prioridades actuales que buscan un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la justicia social.
Entre otros aspectos que se incluyen dentro de la iniciativa, se encuentran propuestas que abogan por la «programación de almacenamiento renovable y resistente», así como por la preservación de la biodiversidad y el desarrollo de redes energéticas autoequilibradas.
El portavoz de Surer afirmó que «un país que garantiza su energía propia es un país que respeta su soberanía y garantiza su independencia en el ámbito energético». Este comentario resalta la importancia de ser autosuficientes, especialmente en un contexto donde la dependencia de fuentes externas de energía puede ser riesgosa.
El 28 de abril, a las 12:30 hora local (GMT + 2), se reportó un gran apagón en diversas áreas de España y Portugal, así como en menor medida en Andorra y Francia. Este incidente dejó a edificios sin energía eléctrica y afectó la cobertura de teléfonos móviles, impactando significativamente la vida cotidiana de miles de personas. También se vio comprometido el tráfico, el servicio ferroviario y varias líneas de metro.
En respuesta a esta crisis, el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, declaró una situación de emergencia en ocho territorios, que incluyen Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, La Rioja y la Comunidad Valenciana. Estas medidas urgentes fueron necesarias para hacer frente a las implicaciones del apagón eléctrico que afectó la península ibérica.
Por su parte, la compañía Red Eléctrica anunció el martes que había restablecido por completo el suministro de electricidad en el país tras el gran apagón. La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, destacó que el incidente no estaba relacionado con una sobrecarga de fuentes renovables dentro del sistema energético español. (Sputnik)