

La elección de la primera secretaría del Consejo de Directores legislativo tuvo lugar el jueves 1 de mayo, y se desarrolló en un ambiente de alta tensión. Este proceso incluyó una segunda ronda de votación, marcada por fricciones entre la fracción del Partido Nacional de Liberación (PLN) y el Partido Cristiano de Unidad Social (PUSC). Es fundamental entender que los delegados desempeñan un papel crucial en este contexto, dado que la Secretaría tiene un peso significativo en las decisiones del Consejo Legislativo.
Esto se explica por el hecho de que el voto de la Secretaría tiene la misma relevancia que el del Presidente del Congreso en lo que respecta a la contratación de personal, ya sea en puestos intermedios o propietarios. Además, también influye en la asignación de recursos humanos, financieros y materiales destinados a las fracciones parlamentarias, correlacionados con el número de delegados que conforman la Asamblea Legislativa. La delicada naturaleza de estos asuntos resalta cuánto pueden influir estas elecciones en la dinámica política del país.
La negociación que condujo a Rodrigo Arias a su reelección también incluyó la adjudicación de esta posición a la cristiana social Daniela Rojas. Sin embargo, a pesar de las intenciones iniciales, la situación se fue complicando durante las tres rondas, las cuales duraron más de 30 minutos. Algunos legisladores asociados con el PLN mostraron resistencia a votar por Rojas, generando incertidumbre sobre los resultados y evidenciando una posible fractura dentro de la fracción.
Mientras tanto, el partido gobernante decidió postular a la legisladora Ada Acuña. En un giro inesperado, el cristiano social Carlos Felipe García también buscó ser nominado para el puesto, un movimiento que no había sido previamente planeado. A esta lista de candidatos se añadió la también independiente Cynthia Córdoba, quien presentó su nombre para el cargo.
La primera ronda de votación resultó en 28 votos para Rojas, 8 para Acuña, 20 para García y 1 para Córdoba. Ante estos resultados, el Presidente del Congreso determinó que era necesario proceder a una segunda ronda de votaciones. En esta ocasión, Rojas y García, ambos delegados del PUSC, fueron los que obtuvieron el mismo número de votos, obligando a la decisión a una nueva instancia según lo indicado por las regulaciones.
Sin embargo, antes de reanudar la sesión, tanto el PLN como el PUSC solicitaron que se hicieran acusaciones que pusieran fin a la negociación, lo que finalmente se tradujo en 29 votos para Rojas.
Cero votos
Al reanudarse la votación, Rojas recibió 27 votos y García 28 votos. No obstante, cuando el Presidente del Congreso contabilizó los votos, se registró un momento vacío queresultó en cero, situación que se aclaró para añadir a García, tal como lo dictaban las regulaciones.
Al final, los delegados decidieron hacer un receso para el almuerzo, ya que aún quedan tres posiciones más por elegir en esta crucial jornada política. La tensión, las negociaciones y los cambios de último minuto resaltan la complejidad del proceso legislativo y la importancia de las decisiones que se toman en estos espacios de poder.