


Como establece la tradición, la fe católica conmemora el día de San José Obrero, un importante emblema y defensor de todos aquellos que trabajan arduamente. Este día se ha convertido en un símbolo de la dignidad laboral y de la lucha por condiciones justas en el ámbito laboral, donde la figura de San José se erige como modelo de esfuerzo y perseverancia.
En este año, la celebración en la Catedral Metropolitana fue particularmente emotiva. Los Boers, agricultores locales, ofrecieron sus cultivos como un gesto de esperanza y gratitud, integrando así la festividad con el Día de los Trabajadores, en honor a su patrón San José Obrero. Esta unión de intenciones resalta la relevancia del trabajo en comunidad y el reconocimiento de la labor diaria que realizan los trabajadores en diferentes sectores.
La misa se celebró a partir de las 08:00, y fue un evento que atrajo la participación de decenas de creyentes. Los asistentes elevaron sus oraciones pidiendo mejores condiciones para la agricultura y abundancia en la cosecha para este año. Este acto de celebración refleja la importancia de la fe y la comunidad en tiempos de esfuerzo y necesidad.
Siguiendo la tradición, esta misa se desarrolló antes de la esperada marcha de los trabajadores, que tiene lugar todos los años en esta fecha. La conexión entre la oración y la acción es un aspecto fundamental en este día, señalando la unión entre la espiritualidad y la lucha por derechos laborales.
Monseñor Daniel Francisco Blanco, el obispo auxiliar de San José, pronunció una profunda reflexión durante la ceremonia, enfatizando la necesidad de unidad en el país para garantizar el bienestar colectivo. Su mensaje resonó en la comunidad y recalca el papel crucial que desempeñan los líderes religiosos en la promoción de la justicia social y económica.
La misa contó con la presencia de importantes representantes de la Unión y del Viceministro de Trabajo, así como otras figuras políticas destacadas, entre ellas Alexander Astorga. Su participación subraya la relevancia de este evento no solo en el ámbito religioso, sino también en la esfera política y social, evidenciando un compromiso conjunto hacia la mejora de las condiciones laborales en el país.