Manolo ‘Die’ The Bombo: El Fanático Más Devoto del Equipo Español

(Madrid, AFP). Manuel Cáperes Artesero, más conocido como Manolo ‘El Del Bombo’, falleció el jueves a la edad de 76 años, dejando un gran vacío en el mundo del deporte y entre los aficionados que lo admiraron y respetaron. Desde su infancia, Manolo fue un apasionado seguidor del fútbol, y su nombre se convirtió en sinónimo de lealtad y entusiasmo en las gradas.

Su partida se siente como una pérdida gigantesca. El perfil oficial del equipo nacional español realizó una emotiva publicación en la red social X, expresando su pesar: «Uno de nuestros seguidores más fieles murió, que siempre acompañamos en el bien y el mal. Sabemos que continuarás desastryando nuestros corazones.»

En un deporte donde la pasión y el fervor juegan un papel crucial, Manolo era una figura emblemática. Su energía y su tambor eran inseparables, y su presencia en los estadios transformaba cada partido en una celebración. A pesar de las circunstancias, siempre llevaba consigo el orgullo y la determinación de alentar a su equipo, algo que no solo los jugadores apreciaban, sino también los aficionados que lo rodeaban.

Originario de Ciudad Real, Manolo vivía en la pintoresca ciudad de Moncofar, situada en la provincia de Castellón. Desde allí, se desplazaba a diferentes estadios para apoyar al equipo español, siempre aclamando con su característico tambor, que resonaba en cada rincón del estadio. A lo largo de cuatro décadas, Manolo fue un pilar fundamental para la afición, alentar a los jugadores en múltiples torneos y ediciones de la Copa Mundial.

Su último partido fue memorable; tuvo lugar en Mestalla el 23 de marzo, donde el equipo nacional se enfrentó a Países Bajos. En un encuentro emocionante que llegó a una tanda de penales después de un empate 3-3 durante el tiempo reglamentario, Manolo estuvo presente. Esta última aparición consolidó su legado no solo como un aficionado devoto, sino como una leyenda entre los seguidores del fútbol.

El impacto de Manolo ‘El Del Bombo’ en el fútbol y en la comunidad no se puede medir únicamente en años o en partidos, sino en la pasión que encarnaba. Descansa en paz, Manolo. Tu legado como uno de los más grandes hinchas del fútbol español vivirá para siempre en los recuerdos de aquellos que te conocieron y te admiraron.