Misa de los Trabajadores: La Iglesia Pide el Beneficio General

La ceremonia tradicional en conmemoración del 1 de mayo, dedicada al Día del Trabajo, estuvo a cargo de Monseñor Daniel Francisco Blanco, quien se desempeña como Obispo auxiliar de San José. Durante su discurso, Blanco hizo un llamado claro a la unión y cohesión de todos los sectores del país, enfatizando la necesidad de trabajar en conjunto para lograr beneficios que sean generales y que mejoren la calidad de vida de la población.

El Obispo también subrayó la importancia de que toda la sociedad se comprometa a luchar contra el crimen organizado. Observó cómo esta problemática afecta a numerosos jóvenes, quienes se ven atraídos por dinámicas delictivas que pueden destruir sus vidas y las de sus familias. La reflexión de Blanco se centró en la urgencia de construir una sociedad más segura y justa, donde los jóvenes encuentren oportunidades legítimas en lugar de caer en redes criminales.

Foto: Catalina Mairena

En su mensaje a los presentes, el obispo Josefino instó a los ciudadanos a cultivar un ambiente de amor y paz, resaltando la significativa conexión que existe entre el trabajo y la fe cristiana, así como la figura de San José como modelo laboral. Recordó la importancia del trabajo no solo como un medio de sustento, sino como un medio de dignificación del ser humano y de construcción de comunidad.

Foto: Catalina Mairena

Blanco también pidió a los asistentes que se sientan como actores claves en la búsqueda de beneficios generalizados, que deban estar por encima de los intereses individuales. La participación activa de todos sectores productivos es esencial para construir una nación más próspera y equitativa.

Foto: Catalina Mairena

En su discurso, el sacerdote enfatizó la importancia de dialogar y de proteger la dignidad humana en cada interacción social. Subrayó que promover el trabajo es fundamental para alejar a los jóvenes del camino del crimen organizado, ofreciendo alternativas viables y constructivas que dignifiquen su existencia.

Foto: Catalina Mairena

Además, el obispo reflexionó acerca del estado del país, señalando que un entorno plagado de «violencia, crimen y dolor» debe transformarse hacia un enfoque en los valores fundamentales que han caracterizado a la nación, como la paz, la hermandad y el amor. Hizo un llamado a todos para que contribuyan a este cambio cultural, donde el bienestar comunitario sea la prioridad.

Foto: Catalina Mairena

Finalmente, la ceremonia contó con la participación de representantes de diversas organizaciones de la Unión, así como la presencia del Viceministro de Trabajo, Alexander Alexander, además de otros destacados funcionarios políticos. Este evento sirve como un recordatorio de la importancia de unir esfuerzos en pro del bienestar social y del desarrollo de acciones efectivas hacia la construcción de una sociedad más equitativa y menos afectada por problemáticas como el crimen organizado.

Foto: Catalina Mairena