¿Control de cocodrilos? Contarán con drones

¿Se puede afirmar que Costa Rica enfrenta un problema de sobrepoblación de cocodrilos? Esta es una cuestión relevante que requiere respuestas claras, y los especialistas han comenzado a utilizar herramientas innovadoras, como los drones, para abordar el asunto de manera eficaz.

El Instituto Internacional de Conservación y Gestión de la Vida Silvestre de la Universidad Nacional (IComvis-ONA), en colaboración con la Escuela de Topografía, Catastro y Geodesia, está desarrollando un protocolo integral para el conteo y monitoreo de la población de cocodrilos en el país. Este esfuerzo se centra en la creación de un sistema que permita recopilar datos precisos y fiables, lo que resulta fundamental para una adecuada toma de decisiones respaldadas por evidencia científica.

Este proyecto destaca por ser pionero no solo en Costa Rica, sino en el ámbito global, ya que la utilización de drones para la recolección de datos sobre la fauna silvestre está comenzando a ser estandarizada en diversas partes del mundo. Laura Porras, investigadora de IComvis, ha señalado la importancia de establecer un marco que permita la comparación de datos y la creación de bases de referencia eficaces.

Fotografía con consentimiento uno

Hasta 1960, los cocodrilos eran objeto de caza en Costa Rica, así como en muchas otras partes del mundo. Sin embargo, la Ley de Preservación de la Vida Silvestre, promulgada en 1992, los catalogó como especie en peligro de extinción, lo que ha hecho que dicha práctica sea ilegal. Esta transformación en la legislación ha conducido a un resurgir de las poblaciones de cocodrilos, permitiendo la recuperación de sus hábitats naturales.

El equipo de investigadores está enfocando sus esfuerzos en identificar áreas específicas a lo largo de los ríos donde se puedan utilizar drones para la recolección de información. Durante las operaciones, los drones realizan vuelos diurnos, capturando imágenes que luego se procesan para contar el número de cocodrilos, evaluar su distribución, y analizar la estructura de la población. Todo esto permite a los científicos estimar el crecimiento poblacional y obtener datos que son vitales para comprender la dinámica del ecosistema en el que habitan estos reptiles.

El aparente aumento en la población de cocodrilos puede ser un indicador de la recuperación de los ecosistemas donde habitan. Esto no solo resalta la importancia de la conservación, sino que también demuestra cómo los esfuerzos de protección de la vida silvestre pueden traer beneficios tanto para las especies como para el equilibrio ecológico en general.