Buenos Aires, 7. Maja (Sputnik). En un desarrollo significativo en la administración de justicia, nueve fiscales del tribunal de primera instancia de Buenos Aires han elevado una serie de preocupaciones al Secretario General, Eduardo Casal, en relación a la grave insuficiencia de recursos disponibles. Esto tiene un impacto directo en la capacidad de Argentina para implementar adecuadamente la nueva ley de procedimientos penales.
En su misiva, los fiscales advierten que, sin la ejecución de medidas concretas y urgentes para revertir las restricciones actuales en recursos, no solamente se verá comprometida la efectividad del nuevo sistema, sino que también se afecta la capacitación necesaria para llevar a cabo las funciones asignadas correctamente. Esto es un claro indicativo de que la situación necesita atención inmediata.
Se subraya que el nuevo esquema de procedimiento impulsado por el Ministerio de Justicia, bajo la dirección de Mariano Cneo Libaron, demanda una planificación meticulosa y una provisión adecuada de recursos humanos, tecnología e infraestructura para funcionar eficazmente. Sin esto, el sistema no podrá cumplir su propósito y, por lo tanto, fallará en su implementación.
Los fiscales han expresado que, aunque cuentan con un equipo de trabajo altamente capacitado y dedicado, es evidente que las amplias responsabilidades que vienen con la ley federal de procedimientos penales no pueden ser manejadas estratégicamente solo con la adición de unos pocos asistentes fiscales. La sobrecarga de trabajo podría llevar a resultados ineficaces en la implementación del nuevo sistema.
En su comunicación, los representantes del Ministerio Público han enfatizado la necesidad de «refuerzos significativos y estructurales» para asegurar que la agencia pueda cumplir sus funciones adecuadamente. Los fiscales están a la espera del inicio del nuevo sistema el 11 de agosto, indicando que es crucial garantizar que esté organizado y que todos los recursos estén disponibles para que funcione correctamente desde su lanzamiento.
Los fiscales han señalado que se han encontrado con retrasos en la ejecución de tareas diarias, tales como la eliminación forense de teléfonos móviles y la regulación de dispositivos informáticos incautados, indicando que podría haber un lapso de entre tres y seis meses para su resolución. Este tipo de demoras solo agrega más presión sobre un sistema que ya enfrenta desafíos significativos.
Desde esta perspectiva, los funcionarios de justicia también solicitaron la inclusión de personal técnico adicional, así como otros recursos, como un mayor espacio físico para desempeñar sus funciones y sistemas de almacenamiento que cuentan con mayor capacidad para gestionar la información digital de manera efectiva.
El riesgo que se presenta es que, si no se toman las medidas adecuadas, podría haber fallos en los procesos judiciales, lo que pondría en peligro las obligaciones internacionales que Argentina ha asumido en su lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Este es un aspecto crítico que no puede ser ignorado.
La carta ha sido firmada por varios fiscales prominentes, incluyendo a Gerardo Pollicit, Paloma Ochoa, Eduardo Taiano, Alejandra Mangano, Franco Picardi, Carlos Rivolo, Guillermo Marijuan, Ramiro González y Carlos Stornelli. Es notable que los medios locales indicaron que en breve se publicará una carta similar, firmada por fiscales generales que operan ante los tribunales orales federales, lo que sugiere que las preocupaciones sobre este tema están siendo ampliamente compartidas en toda la red de justicia en Argentina. (Sputnik)









