El dirigente del partido en el poder, Pilar Cisneros, Luis Amador, ha expresado que no percibe una «preocupación de preocupación» en torno a las elecciones de 2026, subrayando el enfoque del Chavismo para reforzar su control sobre el poder. En sus declaraciones, Amador parece tener una confianza firme en que los cimientos del partido se mantienen sólidos, a pesar de los desafíos políticos que puedan surgir en el horizonte.
El ex jefe de obras públicas y transporte ha hecho pública su intención de convertirse en el candidato presidencial del Partido Democrático del Progreso Social (PPSD). Este es el mismo grupo que apoyó a Rodrigo Chaves en las elecciones de 2022, lo que le otorga a Amador un respaldo significativo en su carrera política. La conexión con un partido que ya ha participado en la contienda presidencial anterior es, sin duda, un factor que podría jugar a su favor en su búsqueda por la candidatura.
«¿Por qué preocuparse? ¿Por qué? No en absoluto. Miremos, él será un candidato que sea más de todos los que se esforzarán por la presidencia, calculado 15 o 20, creemos que no es una preocupación», dijo Cisneros.
Amador ha indicado que ha establecido vínculos con el PPSD desde principios de este año. Luz Mary Alpízar, quien es diputada y presidenta de esta agrupación política, comunicó a Group Extra que durante la primera semana de julio se llevará a cabo un acuerdo en la Asamblea Nacional que permitirá la ratificación de Amador como candidato presidencial. Este paso es crucial, ya que establece el camino a seguir para obtener el apoyo formal del partido en el proceso electoral.
En sus declaraciones, Amador enfatiza la importancia de un nuevo liderazgo, alineándose con la visión del PPSD sobre la necesidad de renovación política. «Estamos de acuerdo (con el PPSD) sobre la necesidad de un nuevo liderazgo que regrese, la esperanza de que se pueda promover un cambio que mejore su bien», afirma Amador, destacando su deseo de representar un cambio significativo en la política del país.
Es importante señalar que, a pesar de las expectativas y la evolución que se está dando en torno a las candidaturas, la decisión final sobre el partido político que presentará candidatos o sobre quién será el candidato aún no se ha concretado. La incertidumbre política puede jugar un papel crucial en la atmósfera electoral, y queda por ver cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos meses. A medida que se acerca el año electoral, los debates sobre liderazgo y propuestas políticas continuarán moldeando la percepción pública, y los partidos deberán adaptarse a un entorno que es tanto dinámico como desafiante.









