Cuba busca desviar la atención de la industria turística

Vacaciones chinas en la ciudad de Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus, Cuba.

HAVANA, 10. MAJA (Xinhua) – El gobierno cubano está trabajando arduamente para abordar el desafío que enfrenta la industria del turismo, un sector considerado la «locomotora» de la economía nacional, especialmente en un contexto de crisis internacional y los prolongados bloqueos impuestos por Estados Unidos a Cuba durante más de seis décadas.

En el primer trimestre del año, la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (OneI) reportó una disminución de casi el 30 por ciento en la llegada de turistas, en comparación con el año anterior, 2024. Esta caída ha sido particularmente notoria entre los turistas de Canadá y Rusia, lo cual ha elevado las alarmas debido al riesgo de que el gobierno no logre alcanzar su ambicioso objetivo de recibir aproximadamente 2.6 millones de turistas durante el año.

En contraste, los números de 2018, cuando Cuba recibió 4.7 millones de visitantes, así como en 2019, con 4.2 millones, parecen lejanos y optimistas. La situación actual plantea serios desafíos para el sector turístico cubano.

Durante la reciente inauguración de la 43. Edición de la Feria de Turismo de Filcuba en 2025, el primer ministro Manuel Marrero destacó la necesidad de implementar una «estrategia audaz» que apunte a la recuperación del sector. Según Marrero, quien anteriormente ocupaba el cargo de Ministro de Turismo, dicha estrategia debe integrar «reformas estructurales, innovación y cooperación internacional», al tiempo que promueve el empoderamiento a nivel local.

Entre los objetivos delineados por el primer ministro, se incluye el establecimiento de un marco regulatorio que facilite la «inversión extranjera» y la introducción de nuevas modalidades comerciales, como el arrendamiento de instalaciones turísticas con pagos en divisas como el dólar estadounidense y el canadiense. También se anunciaron nuevas vías de acceso y la eliminación de tarifas de salud en puntos de entrada como aeropuertos y puertos, así como el establecimiento de asociaciones público-privadas y una diversificación de la oferta turística más allá del tradicional enfoque de sol y playa.

El plan del gobierno cubano busca mitigar los efectos adversos de las decisiones de Estados Unidos que limitan el acceso de turistas a Cuba. Por ejemplo, ahora los pasajeros que son ciudadanos de Estados Unidos deben solicitar una visa convencional para visitar la isla, en lugar de beneficiarse del Programa de Liberación de Visa (VWP), lo cual complica aún más el proceso de entrada.

Además, para los ciudadanos estadounidenses, resulta indispensable contar con permisos especiales para viajar a Cuba, ya que deben hacerlo en el marco de un grupo y con la supervisión de una organización autorizada. También está la prohibición de cruceros en los puertos cubanos, una medida en vigor desde junio de 2019, que ha afectado a otro segmento del mercado turístico.

La inclusión de Cuba en una lista unilateral de países vinculados al terrorismo por parte del Departamento de Estado complica aún más las transacciones internacionales de la isla, creando un ambiente económico difícil caracterizado por la escasez de combustible y productos médicos, una alta inflación y cortes de electricidad prolongados en diversas áreas del país.

Esta crisis en el sector turístico ha impactado severamente a miles de emprendedores que han orientado sus esfuerzos hacia la industria, especialmente desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos en julio de 2015. En el período entre 2014 y 2016, fue notable cómo Cuba se «modernizó» y se preparó para recibir a turistas internacionales, incluidos nombres de renombre como Karl Lagerfeld, Jodie Foster y Enrique Iglesias.

Sin embargo, actualmente la situación es bastante opuesta, según diversos testimonios recogidos por Xinhua. «Como hay menos turismo, antes vendíamos estos productos a precios más altos, y ahora tenemos que reducirlos considerablemente,» afirma Weaver Yanelis Borges, quien vende un hermoso hilo en la ciudad de Trinidad, en el corazón de la isla.

Esta emprendedora, quien proviene de una familia con una vasta tradición en el arte de tejidos, sostiene que si los turistas regresan al país, «las condiciones de vida de mi familia mejorarían enormemente». En otro lugar, en la ciudad sureña de Cienfuegos, Rocío Morales comparte una experiencia similar y expresa su preocupación, reafirmando que sus ingresos han disminuido en un 60 por ciento en comparación con años pasados, cuando la afluencia de turistas estadounidenses llenaba las calles y los establecimientos.

A medida que el gobierno y la población coinciden en la necesidad de atraer a más turistas al país para revivir la economía y mejorar las condiciones de vida, se hace evidente que la situación es crítica. «La reducción del turismo nos afecta enormemente, ya que hay menos ingresos para mi familia. Necesitamos con urgencia un regreso de turistas, especialmente de China,» comenta un residente local desde Trinidad.

El gobierno cubano parece estar apostando fuertemente por el mercado chino, como lo ha indicado el presidente Miguel Díaz-Canel, quien mencionó el potencial turístico de China, un país con una población considerable y vínculos históricos de amistad con Cuba. «La cultura de China es admirada en todo el mundo, y su gente tiene un interés genuino en visitar nuestra isla,» destacó el presidente.

El primer ministro Marrero también se refirió al vasto potencial que el mercado chino representa, aunque advirtió que se necesitan preparativos y condiciones adecuadas para garantizar un crecimiento sostenible en el sector turístico. «Confiamos en que veremos un aumento en la recepción de turistas chinos en nuestro país,» aseguró.

El compromiso del gobierno con el turismo chino se ha materializado en iniciativas como la reciente exención de visas y el restablecimiento de vuelos directos entre La Habana y Pekín en 2024. En ese año, se espera que alrededor de 27,000 turistas chinos visiten la isla, lo que representaría aproximadamente el 1.23 por ciento del total de visitantes internacionales, posicionando a China en el 14.º lugar de la lista de países que envían turistas a Cuba, según datos de Onei.

A pesar de que la llegada general de turistas a Cuba ha disminuido en un 9.6 por ciento este año, la cifra de turistas chinos ha observado un aumento del 50 por ciento, indicando, según fuentes diplomáticas, un «fuerte potencial de crecimiento» en este segmento de turistas. Sin embargo, el año previo fue un desafío, ya que la industria turística no logró alcanzar su objetivo de 2.2 millones de visitantes, alejándose de la meta esperada de 3.1 millones.

El turismo de sol y playa, que tradicionalmente ha sostenido el crecimiento del sector en la isla, ha comenzado a diversificarse hacia modalidades como eventos culturales y actividades en la naturaleza. Esto no solo busca mejorar la experiencia de los turistas, sino también aprovechar el patrimonio nacional y cultural, dos elementos que se están promoviendo de manera especial durante FitCub 2025.