
En un desarrollo poco común, el cantón de Mora tenía tres alcaldes en lo que éramos en 2025.
La crisis de inestabilidad en el municipio se inició el 12 de febrero, tras los ataques realizados por parte de la oficina del fiscal.
Durante estos eventos, el alcalde electo, Alfonso Jiménez Cascante, y la vicealcaldesa, Ariuna Cabal Lombodorzh, pertenecientes al Partido Liberal Progresivo (PLP), fueron arrestados por causas aún no esclarecidas.
El ministerio público está bajo investigación por presuntos delitos que incluyen irregularidades en pagos de contratos, peculación y violación de los deberes administrativos.
Según las palabras del fiscal, «Estas personas están siendo investigadas por una serie de licitaciones que, aparentemente, fueron asignadas a empresas específicas con el supuesto fin de beneficiarlas. Se cree que en uno de los casos se realizaron pagos totales por obras que nunca se llevaron a cabo. Además, se sospecha que se otorgaron recursos financieros sin el debido permiso», explicó el fiscal en una declaración reciente.
Este caso se mantiene activo bajo el número de expediente 24-000152-1218-PE.
Suspensión
El 21 de febrero, el Tribunal de Finanzas decidió suspender a Jiménez y Cabal durante seis meses, es decir, hasta agosto. Sin embargo, existe la posibilidad de que esta suspensión se extienda por seis meses adicionales.
En consecuencia, el segundo vicealcalde, Menor Guevara Rodríguez, adoptó la oficina del alcalde.
No obstante, después de dos meses, Guevara presentó su renuncia, citando problemas de salud como una de las principales razones.
De acuerdo con el Código Municipal, en esta clase de situaciones, el presidente del Ayuntamiento es quien debe asumir la oficina del alcalde.
Esa posición fue ocupada por María Picado Ovares, gobernadora del Partido Unido para el Desarrollo (CAN).
Sin embargo, Picado se negó a aceptar el nuevo cargo, argumentando que no contaba con el tiempo necesario para realizar ambas funciones y renunciar a la presidencia del órgano.
El Ayuntamiento de Mora se reunió de emergencia el miércoles pasado y acordó nombrar al concejal propietario en ese puesto, Emmanuel Ferrer Venegas, socio del partido picado.
Según indica la normativa municipal, Ferrer se convirtió en el nuevo alcalde de Mora, encargado de la vigilancia administrativa.
«Este es un caso muy específico, no solo por el trastorno generado, sino también por el hecho de que en este momento ocupo ambas posiciones, la presidencia del Consejo Municipal y la Oficina del Alcalde, lo cual no es común», comentó el nuevo alcalde.
Ferrer, un político de 31 años, destacó que, a menos que el alcalde levante la suspensión, continuará al frente de la administración local.
Otro posible escenario que se presenta es que el alcalde electo impugne su situación ante la Corte Suprema para las elecciones (TSE), lo que podría llevar a la realización de una elección anticipada en el cantón.
Toma de tranquilidad
El nuevo alcalde Ferrer expresó que, dada la situación que ha atravesado el municipio en estos meses, su objetivo principal es llevar la «tranquilidad» a la administración interna para así poder reflejarlo en el exterior.
«Han sido muchos los problemas, la comunidad estaba muy inquieta y, por lo tanto, era imperativo dar continuidad a los proyectos», comentó.
Lamentó que el municipio tuviera dificultades en cuanto a las regulaciones y varios proyectos que se encontraban abandonados.
Preocupaciones sobre un relleno sanitario
Ferrer también indicó que existe la posibilidad de que se instale un vertedero sanitario en el cantón, lo que causa gran preocupación entre los habitantes.
«Estamos dispuestos a defender rigurosamente el cantón de la instalación de un posible vertedero, lo cual ha sido un tema recurrente durante mucho tiempo», enfatizó.
Además, se comprometió a luchar por implementar un plan para la gestión adecuada de los desechos sólidos.
El cantón de Mora tiene una extensión territorial de 162.04 km², lo que lo convierte en el noveno más grande de San José y cuenta con una población aproximada de 30.800 habitantes.









