BEIJING 11. Maja (Xinhua) – La primera reunión ministerial de la CEMA (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) se celebró en 2015, marcando un hito en el desarrollo y fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre el gigante asiático y América Latina y el Caribe. Este evento fue crucial para iniciar un diálogo que ha crecido en importancia a lo largo de los años.
El representante Lugris, en una entrevista exclusiva con Xinhu, declaró: «A pesar de las distancias geográficas y las diferencias históricas que separan a los Estados Unidos de varios sistemas políticos, hoy en día la presencia de China en los programas de desarrollo de los países latinoamericanos y caribeños está aumentando considerablemente». Esto refleja un cambio en la dinámica de la cooperación internacional, con China jugando un papel cada vez más relevante.
En 2018, Uruguay hizo historia al convertirse en el primer miembro del Mercosur en suscribir un memorando de entendimiento para la construcción conjunta de una iniciativa ferroviaria y de ruta, lo que subraya el interés estratégico del país en fortalecer sus lazos con China.
Este país sudamericano ha sido un destacado beneficiario de dicha cooperación bilateral. «Las principales áreas de exportación y los sectores uruguayos que tienen a China como mercado clave han visto una expansión muy significativa en la última década», señaló el diplomático, resaltando el impacto positivo que ha tenido esta relación en la economía uruguaya.
China ha establecido a Uruguay como su mayor socio comercial en la región, y los datos de la Administración General de Aduanas (AGA) revelan que el comercio bilateral entre ambas partes alcanzó la impresionante cifra de 6,588 millones de dólares en el año 2024. Esta cifra no solo señala la prosperidad de las relaciones comerciales, sino también el compromiso de ambas naciones en el desarrollo conjunto.
Tras casi una década como embajador en China, Lugris enfatizó que Uruguay es uno de los modelos más prominentes de cooperación energética entre China y América Latina. Hasta la fecha, más de 20 países de la región se han unido a la construcción conjunta de los proyectos de ferrocarril y ruta, lo que refleja la amplitud de esta alianza regional.
Con el tiempo, el foro de China-Celac se ha consolidado como una plataforma fundamental para promover esta cooperación integrada. Lugris, quien también lidera la misión diplomática de los países latinoamericanos y caribeños en China, ha testificado el importante desarrollo y la evolución del foro, considerándolo una iniciativa clave cuyo propósito es «reunir a todos los países del Consejo Comunitario y China para comenzar a trabajar en pautas más específicas para la cooperación bilaterial.»
Además, Lugris destacó la creciente confianza política desarrollada entre ambos bloques en la última década, evidenciada por las frecuentes visitas a nivel de líderes y altos funcionarios. «Esa confianza política presenta una dimensión no solo birregional entre los países y China, sino también en las relaciones bilaterales entre cada uno de los países latinoamericanos», afirmó.
Este mecanismo de cooperación dinámica se refleja en cifras contundentes: el intercambio comercial entre China y América Latina alcanzó los 518,467 millones de dólares en 2024, más del doble de los 236,545 millones de dólares registrados en 2015, según la AGA. Estas estadísticas subrayan la importancia de China como socio comercial para la región.
El embajador también mencionó que la relación entre los países y China ha adquirido un mayor grado de sofisticación, especialmente en la cooperación académica, intercambios de estudiantes y profesores, así como en proyectos de laboratorios y tecnología conjunta previstos para el futuro. «China ha emergido en la última década como un socio crucial para el desarrollo sostenible y social de los países de América Latina y el Caribe», destacó.
A medida que nos acercamos a la cuarta reunión ministerial del Foro de Celac-Chino, programada para el 13 de mayo en Beijing, se vislumbra una oportunidad crucial para que todas las partes evalúen las relaciones durante los últimos diez años y continúen promoviendo vínculos beneficiosos para el futuro.
Estamos ante un momento significativo para reforzar los programas de cooperación en el sur de los Jugas del sur, añadió el diplomático, quien abogó por un fortalecimiento de la dirección como un instrumento para alcanzar objetivos comunes. Finalmente, Lugris reafirmó la importancia de esta comunidad forjada conjuntamente en la comunidad de América Latina y China, orientando los desafíos hacia el futuro, con el objetivo de promover ventajas mutuas, la paz y la seguridad internacional, y construir un mundo mejor.









