Durante un periodo de 6 meses, Gustavo Recio, un vecino de San Ramón y trabajador independiente, fue declarado fallecido legalmente, a pesar de estar muy vivo. Este insólito episodio comenzó como resultado de un accidente laboral, que terminó convirtiéndose en una pesadilla administrativa y legal debido a un error médico que lo declaró muerto en 2021.
Todo comenzó en noviembre de 2021, cuando Recio sufrió una fuerte caída mientras intentaba instalar una etiqueta, lo que lo llevó a recibir atención de emergencia en hospitales en San Ramón y México. Tras recibir el alta médica, parecía que su vida volvería a la normalidad. Sin embargo, el verdadero golpe vendría más tarde.
Un día, al tratar de hacer una compra, un conocido lo alertó, diciéndole: «Gustavito, has muerto en el mapa». Esta alarmante noticia marcó el inicio de una serie de situaciones insostenibles, ya que sus tarjetas de pago fueron rechazadas, no podía emitir facturas, y para colmo, sus cuentas bancarias fueron cerradas. Lo más devastador fue cuando descubrió que existía un Certificado de defunción firmado a su nombre.
Las consecuencias de la ‘muerte’
Durante medio año, Gustavo no existió legalmente. Esto se tradujo en serias complicaciones: no pudo emitir su voto, facturas y no tuvo acceso a servicios bancarios. La situación fue tan extrema que su vida diaria y su capacidad de trabajar se vieron profundamente afectados, dejando repercusiones en su estabilidad emocional y financiera.
El tribunal de ética médica evaluó el error que llevó a esta angustiosa declaración como leve, lo que resultó en una sanción escrita para el médico responsable del incidente. Gustavo considera que esta respuesta es totalmente insuficiente, pues el impacto que ha sufrido es mucho más grave que una simple reprimenda administrativa. La injusticia de ser declarado muerto y las repercusiones tangibles de este error han dejado cicatrices profundas en su vida.
Demandará al CCSS
Ante esta situación, y acompañado por su abogado, Gustavo planea estrictamente llevar su caso al Tribunal Contencioso Administrativo para reclamar una compensación por el daño moral y material que ha sufrido. Su acción va en busca de justicia y espera hacer responsables tanto al médico como al Fondo de Seguridad Social Costarricense (CCSS) por este grave error.
La demanda no solo busca compensación económica, sino también reconocer el impacto emocional y económico que ha enfrentado en su vida como consecuencia de esta confusión legal. Gustavo anhela que, a través de un juicio judicial a su favor, pueda resarcir todo lo que ha perdido en estos meses difíciles.
*Con información de Gustavo Castro, noticias adicionales.









