Washington, 16 de mayo. (Europa Press) – El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra en la recta final de su reciente gira, durante la cual ha establecido algunas intenciones sobre futuras comunicaciones que se llevarán a cabo en el país en un plazo de «dos o tres semanas». Este evento ha capturado la atención de los medios y de los analistas políticos, dado el impacto significativo que estas decisiones pueden tener en la economía global.
Durante esta misma gira, el inquilino de la Casa Blanca abordó sus estrategias relacionadas con las tensiones comerciales que han marcado sus meses en el cargo. Trump afirmó que sería prácticamente inviable reunirse con la totalidad de los países que están interesados en negociar acuerdos comerciales con Washington. Este comentario ha generado debates sobre la viabilidad de su enfoque hacia las negociaciones comerciales a nivel internacional.
«Tenemos 150 países que desean cerrar acuerdos, pero no es posible realizar grandes encuentros con todos ellos», subrayó el Presidente Trump. También mencionó que el Secretario de Economía está evaluando cuánto están dispuestos a invertir los distintos países en sus negocios dentro de Estados Unidos. Esta evaluación es vital para entender la posición del país en el mercado global y para la futura implementación de políticas comerciales.
En relación a este tema, Trump realizó un señalamiento contundente, indicando que, aunque Estados Unidos podría tener motivos para quejarse, no espera proporcionar un trato que se considere completamente justo en todas las circunstancias. «Creo que seremos muy justos», manifestó en un intento por calmar las tensiones y proporcionar confianza a los inversores y socios comerciales.
El 9 de abril, el Presidente de Estados Unidos anunció la implementación de aranceles recíprocos como una medida para abordar las disputas comerciales, especificando que en la «semana anterior» se había declarado un día de liberación para fomentar negociaciones que puedan resolver estos problemas. En el proceso, Washington decidió mantener una tasa universal del 10% en estos aranceles.
Desde entonces, la administración ha alcanzado un acuerdo con el Reino Unido para establecer ciertas concesiones arancelarias. Además, se han suspendido los aranceles recíprocos que estaban programados para aplicarse a China, permitiendo un período de 90 días para continuar las negociaciones. Este enfoque también incluye diálogos abiertos con la Unión Europea y otros países relevantes, tales como Japón e India, lo cual refleja un esfuerzo considerable para fortalecer las relaciones comerciales en medio de tensiones existentes.









