
“Las hamburguesas y los lomos se están transformando en productos considerados de lujo. Esto afecta tanto a minoristas como a restaurantes”, explica Alejandro Hermo, CEO de Goiko. Esta afirmación resalta la actual situación del mercado cárnico en España, donde la declaración de Hermo es un reflejo del creciente costo de la carne. El principal culpable de esta crisis es la profunda desalineación entre la oferta y la demanda de reses, lo que ha incrementado significativamente los precios de estos productos en un corto periodo. Según los datos del IPC, y lo corroboran diversos actores del sector, un gerente del mercado ha afirmado que los costos de la carne han subido más del 65% desde enero de 2024.
«Estamos en una tormenta perfecta», advirtió Hermo, evidenciando la gravedad de la situación.
¿Qué factores contribuyen a esta crisis? El aumento del precio de la carne ha sido exponencial en los últimos meses, y el sector muestra un consenso sobre esta tendencia. Estadísticas de INE, OCU, y el Ministerio de Agricultura, en su informe semanal, proporcionan datos semanales que ilustran los precios en los que actúan los mayoristas.
En su último informe, la semana pasada, el precio del joven camión de ternera en España se situó en 686 euros por cada 100 kg, lo que representa un aumento del 1.3% en solo siete días, y un considerable 28.3% comparado con el año anterior. Esta situación no es aislada: el precio de las vacas también ha visto un aumento del 28.4% en comparación con el año pasado, y las categorías más jóvenes han incrementado sus precios en un 23% y un 24.4%, respectivamente.
¿Hay más información disponible? Así es. En febrero, el índice de precios al consumidor (IPC) de la carne de res registró un notable aumento interanual superior al 10%, mucho más alto que el IPC general, que apenas superó el 2%. Esto ha sido evaluado de manera más detallada por expertos del sector. Recientemente, Alejandro Hermo realizó un análisis en LinkedIn, donde afirmó que los precios se han duplicado en un corto periodo de tiempo.
«La inflación en el sector cárnico no se ha contenido y, por el contrario, ha empeorado», comentó Jorge Castelló, director de Carpisa Foods, en una entrevista concedida a Electomista. «Desde enero de 2024, hemos notado un aumento en los precios de la carne que oscila entre el 65% y el 70%. Solo en el último mes, el incremento ha sido del 25%. Nos enfrentamos a una inflación galopante». Existen especialistas que advierten que la situación se podría agravar aún más al trasladar los precios pagados por los mayoristas a los establecimientos de venta durante marzo.
¿Cuáles son las causas detrás de esta crisis? Como suele ocurrir, no existe un único factor que explique esta tendencia, sino una combinación de varios aspectos. Según Hermo, la principal razón radica en la gran desajuste entre la oferta y la demanda. La oferta ha sido «muy limitada», consecuencia de las restricciones en la producción ganadera, mientras que la demanda ha aumentado notablemente tanto a nivel nacional como internacional. Esto ha llevado a un incremento en el consumo de carne que complica aún más la situación.
¿Cómo puede resolverse esta crisis? Solucionar el desajuste entre oferta y demanda no será un proceso sencillo ni rápido. «La cría de ganado tiene un ciclo de dos a cuatro años», señaló Hermo. El impacto de la sequía en las granjas y la aparición de enfermedades como la lengua azul y la epizoótica hemorrágica han complicado aún más la situación. Estas condiciones adversas no solo afectan a España, sino que también están generando problemas en las granjas de otros países europeos, lo que dificulta el comercio de ganado.
¿Hemos perdido la batalla? «El problema radica en la falta de atención. Los animales no están disponibles porque el campo está vacío y esta situación puede tardar en revertirse», advirtió Castelló al ser consultado sobre las causas de la inflación. «Los animales de sacrificio no han sido reemplazados y será necesario invertir muchos recursos para restaurar el campo a precios elevados. Además, estamos viendo un aumento constante en la demanda de carne».
Según el censo de ganado de Eurostat, recogido por El País, la reducción del censo de ganado en España y otros países vecinos es notable. Entre 2022 y 2024, un periodo marcado por la crisis de salud, la sequía y el aumento en los costos de alimentación, España vio una disminución de 6.45 millones de reses a 6.17 millones, lo que representa una caída del 4.4%. En Francia, el descenso fue más pronunciado con un 4.9% y también se registraron caídas en otros países como Alemania (3.3%), Irlanda (3.7%) y Polonia (4%).
¿Qué futuro nos espera? Hermo destacó que «cada vez menos personas desean dedicarse a la ganadería», reflejando no solo la dificultad del sector, sino también los «obstáculos administrativos» impuestos por las autoridades. El resultado es que la industria alimentaria se enfrenta a una «tormenta perfecta» que la obligará a incrementar sus precios de supervivencia. «Las hamburguesas se están convirtiendo en artículos de lujo en el comercio minorista y los restaurantes».
Para abordar esta crisis, se necesita urgentemente un plan nacional que fomente la crianza de ganado para evitar la competencia desleal de otros países que realizan «exportaciones subsidiadas». Alternativamente, si estas medidas no dan resultados, será necesario «abrir las puertas» para que el sector pueda importar de países con una oferta más abundante.
«La oferta de carne siempre existirá, pero los precios seguirán aumentando», añadió Castelló, advirtiendo sobre la situación actual y futura.
Fotos | Kin Li (Unsplash) y Ministerio de Agricultura
En | Un análisis de los países que están disminuyendo su consumo de carne a nivel mundial, representado en un mapa detallado.