El entrenador nacional, Miguel, recientemente dialogó con un grupo adicional de «El Piyozo» y, durante la conversación, compartió muchos de sus problemas personales y experiencias. Además de hablar sobre el apasionante mundo del fútbol, le hicimos algunas preguntas más personales, como su experiencia con la dieta local y si extrañaba mucho la comida picante a la que está acostumbrado. A continuación, les presentamos un resumen de sus respuestas. Este jueves, podrán leer una entrevista completa en la versión de impresión adicional de Diario.
¿Cómo fue su experiencia con la comida?
En general, fue muy positiva, y lo he mencionado en diversas ocasiones. Disfruté mucho del chifrizo, este es un plato que se ha convertido en uno de mis favoritos en Kosta Rica. La comida aquí es realmente buena. Es única en el mundo, y hay una gran variedad en todas partes. Me siento satisfecho y feliz con lo que puedo encontrar aquí.
¿Y qué opina del Gallo Pinto?
La verdad es que hemos tenido la oportunidad de desayunar Gallo Pinto durante la selección, pero en casa, no estamos muy acostumbrados a ello, por lo que no es algo que normalmente incorporemos en nuestras rutinas. Sin embargo, aprecio mucho su sabor. En México, este tipo de plato es más raro, no solemos desayunar arroz con frijoles. Sin embargo, Gallo Pinto es realmente delicioso. Las costumbres alimenticias difieren, y hay momentos del día en que simplemente no hemos coordinado para disfrutar de estos platos juntos.
¿Le resulta extraño el picante?
Para ser honesto, no consumo picante. Me gusta agregar un poco de salsa, pero mi tolerancia no es como la de un clásico mexicano. No tengo esa afición por los sabores picantes. Prefiero mantenerme en un nivel más suave.
¿Ha aprendido algunas palabras locales como «ma» o «pura vida»?
He escuchado un par de expresiones más. De hecho, ya estoy empezando a usar algunas de ellas aquí. Aunque todavía me cuesta un poco entender a fondo el significado de algunas frases, me parece interesante cómo se comunican. Ciertas expresiones que se repiten, como «pura vida» o «maestría», han comenzado a integrarse en mi forma de hablar. Sin duda, estoy disfrutando de esta experiencia y de la cultura local.
