

Uno de los anuncios más destacados de la mañana pasada fue la confirmación por parte de Donald Trump de un arancel del 20% que se aplicará inicialmente a todos los países de la Unión Europea. Esta medida forma parte de una extensa lista de nuevos impuestos impuestos a un total de 200 países y regiones. Además, se han mantenido ciertos impuestos específicos que preocupan a varias industrias.
Entre estos impuestos se encuentran los que afectan directamente a la industria automotriz.
25%. Ese es el porcentaje aplicable a todos los automóviles y piezas relacionadas, como ha anunciado el gobierno de los Estados Unidos. Esta medida también tiene por objetivo aplicar una carga fiscal a todas las unidades y componentes que ingresen al país, lo que refleja la postura claramente proteccionista de la administración actual en relación a la producción nacional. Aunque se han señalado específicamente a naciones y organizaciones, la intención es más amplia, buscando obtener mayores ingresos a través de estas tarifas.
Esto significa que si un automóvil es fabricado en los Estados Unidos, tendrá que cubrir un 25% adicional sobre cada uno de sus componentes que sean importados. Por ejemplo, si la batería de un vehículo eléctrico se produce fuera de sus fronteras, este automóvil deberá afrontar un costo adicional del 25% por esa batería.
Nuevas aduanas en varios países. Donald Trump también se refirió a estas nuevas tarifas impuestas como la creación de muros económicos. Estas tarifas se aplican a la Unión Europea, lo que significa que Europa pagará un 20% adicional por todas sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Tomando como ejemplo a España, el país incluye productos como vino, aceite y medicamentos en su lista de principales exportaciones a Estados Unidos. Ante la aplicación de estos aranceles, las empresas españolas deberán afrontar un aumento del 20% en los costos para que sus productos crucen la frontera estadounidense.
No obstante, es relevante señalar que no todos los aranceles se aplican de igual forma, ya que si una industria específica tiene impuestos más altos, se establece el arancel superior. Por lo tanto, el sector automotriz, con su 25% de gravamen, prevalece sobre el 20% que se aplica a otros productos provenientes de la Unión Europea.
Impacto en la industria automotriz en España. Curiosamente, se prevé que la industria automotriz en España no se vea tan directamente afectada por estos nuevos aranceles. La razón principal es que la mayoría de los automóviles que se producen en España cuentan con precios competitivos, lo que los hace ideales para el mercado europeo, el cual tiene una base sólida de compradores. La etiqueta Hecho en España juega a su favor, ya que no todos los vehículos se distribuyen en el mercado estadounidense.
Aun así, cabe recordar que hace algún tiempo se exportaron modelos como el Mercedes Vito y la Ford Transit, aunque actualmente hay una tendencia de baja en ese tipo de exportaciones.
Consecuencias indirectas. La ausencia de un impacto dramático en la producción automotriz española no implica que la tarifa del 20% para la Unión Europea y del 25% en el sector automotriz sean problemas menores. Con aranceles tan elevados, se anticipa que los precios aumentarán en el corto plazo, lo que podría generar un enfriamiento económico y un descenso en el consumo. Esto es preocupante para Alemania, que es uno de los principales compradores de automóviles en España y actualmente atraviesa un período de dificultades económicas.
Industrias de componentes. Las partes que probablemente se verán más afectadas por el arancel del 25% son los componentes utilizados en la fabricación de automóviles. Este sector representa más de 25,6 mil millones de euros en España, según lo indicado por los datos de Sernnauto.
La Asociación Española de Proveedores Automotrices (Sernauto) ha destacado que el 65% de las exportaciones de componentes que realiza España está destinado a la Unión Europea, acumulando más de 16,600 millones de euros. Alemania (3,950 millones de euros) y Francia (3,840 millones de euros) son los principales socios comerciales en este ámbito, demostrando la relevancia de estas exportaciones.
A pesar de que Estados Unidos ocupa un lugar no tan destacado en la lista de destinos para la exportación de componentes españoles, situándose como el octavo país en volumen de negocio, se considera un mercado estratégico con un alto valor agregado y relaciones comerciales indirectas significativas.
Más allá de los aranceles directos. Se estima que las exportaciones de componentes automotrices a Estados Unidos alcanzan unos 1.021 millones de euros, aunque el sector también respira aliviado debido a la fuerte presencia de la industria de componentes en México.
La situación en México es importante, ya que se esperaba que Trump impusiera tarifas similares a las que se proponían para Canadá, pero el presidente estadounidense finalmente se abstuvo de hacerlo. Esta decisión beneficia a las empresas españolas, que quizás se verían más afectadas si México se incluyera en esas economías de aranceles.
Además, el incremento en los precios de los productos que Alemania envía a Estados Unidos también podría afectar los costes de producción y obligar a la industria a buscar otros socios comerciales. Debido a esta dinámica, España debe mantenerse competitiva para evitar ser reemplazada por proveedores que ofrezcan productos a precios más bajos.
Reacción del gobierno español y de la UE. Por el momento, la Unión Europea espera hasta el 9 de abril para coordinar una respuesta ante los aranceles que Estados Unidos aplica a las importaciones de acero y aluminio, que también son cruciales para la producción automotriz. A la espera de este encuentro, se prevé una reunión con representantes de EE.UU. este viernes.
Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, anunció que se implementarán medidas de apoyo a los sectores afectados, que representan exportaciones por un total de 14,100 millones de euros. De esta cifra, 6,000 millones de euros se destinarán a dos garantías de ICO, mientras que habrá un fondo de inversión de 200 millones de euros para nuevos sistemas. Además, se establece un mecanismo de red para mantener los puestos de trabajo, similar a las intervenciones realizadas durante la pandemia, según lo que fue registrado en reportes de El País.
Foto | La Casa Blanca y el Sernnauto
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