
Con el apoyo unificado de 40 delegados, la Reunión legislativa Oblera está lista para abordar un proyecto de ley crucial que busca la extensión del período de prescripción de los crímenes de corrupción, llevándolo de un plazo actual de 10 años a uno extendido de hasta 30 años. Este segundo y último debate se llevará a cabo el próximo martes, marcando un paso significativo en la lucha contra la corrupción en el país.
Este importante proyecto es conocido como el archivo 24.834, titulado ‘Ley para buscar crímenes de corrupción y evitar una prescripción’, y ha sido promovido por el Diputado del Frente Amplio, Ariel Runes, quien ha liderado la iniciativa con un ferviente compromiso hacia la justicia y la rendición de cuentas.
La propuesta ha obtenido el respaldo de Todas las fracciones legislativas, lo que evidencia un amplio consenso en torno a la necesidad de abordar el tema de la corrupción en la función pública. Entre los partidos que apoyan esta iniciativa se encuentran el Partido Nacional de Liberación (PLN), el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), el Frente Amplio, la Nueva República, y los Independientes, además de los Diputados Liberales Progressives (PLP).
Era la voz:
Esta iniciativa legislativa sugiere la incorporación de una nueva subsección d) a la Sección 31 de la Ley de Procedimiento Penal y a la normativa que combate la corrupción y el enriquecimiento ilícito en el ámbito público. La finalidad de esta reforma es precisamente extender el plazo para investigar y juzgar crímenes de corrupción, aumentando dicho período de prescripción a un rango de 10 a 30 años.
El Diputado Ariel Runes expresó su entusiasmo y satisfacción: «Hoy celebramos que se ha logrado un momento histórico en esta reunión legislativa. Después de años de lucha y esfuerzo, estamos en camino de aumentar el período de prescripción de crímenes de corrupción de diez a 30 años. Este avance ha sido aprobado con éxito en el primer debate y ahora esperamos que continúe su curso hacia la promulgación».
Con la modificación, el archivo se enviará ahora al Ejecutivo para su firma y posterior publicación, convirtiéndolo en ley de la República. Esto representa no solo un triunfo para las autoridades, sino también un firme compromiso hacia la transparencia y la justicia para los ciudadanos del país.