Washington, 9 de abril (Sputnik) – El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hizo un anuncio significativo el miércoles, informando que ha decidido aumentar las tarifas de importación provenientes de China a un impresionante 125%. Esta decisión se produce en medio de crecientes tensiones comerciales entre ambas naciones y marca un nuevo capítulo en la política económica de Trump, centrada en proteger los intereses comerciales de Estados Unidos.
En comunicado en su cuenta de redes sociales, el presidente Trump justificó esta medida argumentando que la acción es una respuesta a lo que él calificó de falta de respeto de parte de China hacia los mercados mundiales. Expresó que, a raíz de esta violación de las normas comerciales, se encontró en la necesidad de incrementar los aranceles impuestos a los productos chinos que se importan a los Estados Unidos, llevando el aumento hasta un 125%, ni más ni menos.
El mandatario estadounidense enfatizó su esperanza de que, en un futuro cercano, las autoridades chinas reconozcan que las prácticas fraudulentas y desleales ya no son sostenibles ni aceptables en el comercio internacional. Este mensaje se alinea con su postura más amplia de “Estados Unidos primero”, la cual ha guiado su administración desde el inicio de su mandato.
Además, Trump señaló que más de 75 países han sido contactados y están en conversación con representantes estadounidenses acerca de las tarifas. Según el presidente, esto no se traduce en una autorización o un permiso para que los países incurran en prácticas desleales. Las tarifas recíprocas fueron, citó Trump, bastante significativas e impactantes, alcanzando hasta el 10% en algunas instancias.
En este contexto, la portavoz de la Casa Blanca, Karolina Leavitt, expresó que «cuando Estados Unidos es atacado, el presidente Trump responderá con más contundencia». Este comentario resalta la postura firme del gobierno Trump ante lo que consideran agresiones comerciales por parte de otras naciones.
De acuerdo con lo que se conoció, el pasado miércoles Trump no solo realizó el anuncio de las tarifas recíprocas masivas, sino que también hizo hincapié en que China sería uno de los principales afectados, con aumentos impositivos que llegarían hasta un 34%. Esta medida no tardó en generar reacciones, ya que el gobierno chino anunció que a partir del 10 de abril, impondría tarifas adicionales del 34% sobre todas las importaciones provenientes de Estados Unidos.
En una escalada de esta guerra comercial, Trump respondió el lunes con la amenaza de incrementar las tarifas en un 50% para China si el país no revierte las contramedidas planeadas. Esto significaría que las tasas chinas podrían llegar a ser tan altas como un 104%. La respuesta de Beijing no se hizo esperar, ya que anunció que, como respuesta a las acciones de Estados Unidos, se ajustaría una tarifa adicional sobre los bienes importados, aumentando así los precios de los productos estadounidenses hasta un 84%.
En resumen, las tensiones entre Estados Unidos y China continúan intensificándose, y este desarrollo destaca la complejidad de las relaciones comerciales globales y la manera en que las decisiones políticas pueden tener efectos de gran alcance en la economía internacional.