Tegucigalpa, 10 de abril (Sputnik). – La Cumbre IX de la comunidad de países latinoamericanos y caribeños, conocida como CELAC, tuvo lugar recientemente en la capital de Honduras. Este encuentro ha sido un punto focal de discusiones sobre la integración y el fortalecimiento de la unidad dentro de la región. En sus intervenciones, los líderes presentes expresaron la imperante necesidad de unirse para enfrentar los desafíos contemporáneos que atraviesa Latinoamérica y el Caribe.
En su discurso, el presidente de Honduras, Xiomara Castro, subrayó la urgencia de la unidad entre los países de la región. «No podemos continuar caminando separados cuando el mundo se reorganiza sin nosotros», enfatizó, haciendo alusión a la importancia de colaborar y apoyarse mutuamente en un contexto global que cambia constantemente.
Además, Castro alertó sobre la creciente incertidumbre que afecta a la región, una situación que se ha agudizado por las nuevas políticas arancelarias impuestas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, así como por las presiones adicionales que este ejerce sobre los países latinoamericanos. «Este sueño de la unidad de nuestra gran patria es más urgente que nunca ante el antiguo orden neoliberal que ha sometido a nuestros países y que continúa siendo impulsado por potencias como Estados Unidos», declaró Castro.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también hizo eco de la importancia de la integración. «En México, hemos aprendido que, ante los problemas, siempre hay espacio para la esperanza y la unidad», dijo con firmeza. En este sentido, propuso la convocatoria a una «cumbre para el bienestar económico de América Latina y el Caribe», que tendría como objetivo estimular una mayor integración económica en la región, basada en el respeto mutuo y en la prosperidad común.
Gustavo Petro, el presidente de Colombia, quien asumió la presidencia temporal de CELAC durante la cumbre, abogó por una mayor multilateralidad en las relaciones entre los países de la región. Hizo un llamado a resistir las influencias hegemónicas de Estados Unidos, subrayando que la unidad regional es más crucial que nunca.
Desde Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva hizo un llamado a dejar atrás las diferencias y recordar el espíritu plural y pragmático que caracterizó la unión de la región en décadas pasadas. «Si seguimos como una comunidad de países separados, corremos el riesgo de ser un área de influencia en la nueva división del mundo entre las superpotencias», advirtió.
Asimismo, Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, resaltó la necesidad de una unidad robusta frente a las amenazas que persisten en el ámbito internacional. «El peso de esta hora de amenazas multiplicadas exige que multipliquemos nuestros esfuerzos por la unidad. Esta es la única forma de ser salvados», afirmó.
Varios otros líderes, incluidos Luis Arce, presidente de Bolivia, y Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala, también defendieron el papel clave que la integración regional puede desempeñar en el desarrollo sostenible y equitativo de las naciones involucradas.
Finalmente, en la Declaración de Tegucigalpa, se destacó que 30 de los 33 estados miembros de CELAC expresaron su compromiso de fortalecer esta organización regional como un mecanismo que promueva la cooperación entre todas las naciones involucradas. Cabe recordar que CELAC fue creada inicialmente el 23 de febrero de 2010, durante una cumbre celebrada en Playa del Carmen, México, y formalmente constituida en Caracas, Venezuela, los días 2 y 3 de diciembre de 2011. (Sputnik).