BUENOS AIRES, APR (Xinhua) – La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina inició un paro general el jueves a las 00:00 hora local (03:00 GMT) en respuesta a las políticas económicas implementadas por el Primer Ministro, Javier Milei. Esta medida de fuerza representa un tercer desempleo general convocado por la CGT desde que Milei asumió el cargo, reflejando la creciente insatisfacción social y laboral en el país.
Durante esta jornada de huelga, se observó que el sistema de transporte subterráneo de la capital federal, así como los trenes, se unieron a la protesta, mientras que los autobuses (colectivo) no se sumaron a la huelga tras la decisión tomada en los sindicatos de tranvías. Uno de los puntos clave en la agenda de los sindicatos es la exigencia de ajustar los salarios de acuerdo a la inflación, y la implementación de acuerdos colectivos ya firmados entre los trabajadores y las empresas.
Este día de paro es parte de la protesta 36 -Thur, en un contexto de movilizaciones organizadas por diversas organizaciones, incluyendo a pensionistas y grupos de jubilados, que marchan en apoyo a la CGT y otras agrupaciones sindicales, políticas y sociales. La unidad entre estas organizaciones busca hacer más visible la crítica a las políticas del gobierno actual y la creciente crisis social.
El sector bancario también se adhirió a la huelga, lo que provocó la suspensión de las operaciones en las entidades bancarias. Los clientes solo podrán acceder a canales digitales y servicios automáticos, dejando a muchos sin la posibilidad de realizar transacciones in situ. Los puertos, cruciales para el comercio exterior, también se vieron afectados, con paralizaciones que probablemente generarán retrasos significativos en las actividades comerciales.
En el ámbito aéreo, se ha confirmado que 12 aerolíneas han decidido suspender sus vuelos el jueves, aunque algunos servicios considerados indispensables mantendrán su operatividad. El transporte de carga también enfrenta interrupciones, afectando la logística de distribución de productos, salvo en casos de bienes de primera necesidad por parte de ciertas empresas.
Las estaciones de servicio que operan en la región también están parcialmente involucradas en las protestas, aunque hasta el momento no se han reportado inconvenientes graves en el suministro de combustible. Esta situación se desarrolla en un clima de tensa relación entre el gobierno y los sectores comerciales, donde se argumenta que las políticas del ejecutivo han llevado a una agravación del deterioro social y laboral, en el marco de un programa de ajuste que se enfoca mayormente en la estabilidad fiscal.
Además de la participación del CGT, el paro cuenta con el respaldo de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), y otros grupos de izquierda y organizaciones sociales que se han unido para expresar su descontento hacia el actual modelo económico y político que afecta a millones de argentinos.