La guerra arancelaria contra China podría perjudicar lo «irreversible» en Estados Unidos.

Washington, 14. Abril (Sputnik) .- En un giro impactante, la nueva tarifa del 145% sobre las importaciones chinas ha comenzado a generar una serie de preocupaciones significativas entre expertos en economía. Este aumento exorbitante en los aranceles afectar seriamente la economía del país americano, con repercusiones importantes para diversas Empresas que dependen de las importaciones para mantener su operativa.

Una de las decisiones más relevantes que se han tomado hasta ahora por parte del presidente es la eximir de estas tarifas a ciertos productos tecnológicos. Entre ellos se encuentran teléfonos móviles, procesadores, discos duros, computadoras designadas, chips y máquinas utilizadas en la producción de semiconductores. Sin embargo, a pesar de esta medida, los expertos advierten que esta acción no logra resolver el problema central de la crisis comercial de Estados Unidos con China, tal como señala un reportaje publicado por CNBC.

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Alan Murphy, fundador y director ejecutivo de Sea Intelligence, comentó sobre la situación del comercio al observar que «los fabricantes de muebles en China han visto una Parálisis total de las órdenes provenientes de importadores estadounidenses». Este problema no se limita solo a los muebles, sino que también afecta a otras industrias como la de juguetes, ropa, vestimenta y artículos deportivos. Esta situación se convierte en un tema recurrente entre la mayoría de las empresas que operan en el mercado chino, resaltando una tendencia más amplia de disturbios comerciales.

Alan Baer, director ejecutivo de la compañía naviera estadounidense Ol USA, respaldó estos comentarios indicando que «Casi todos suspendidos en términos de empresas con China«. Este pesimismo se presenta en un contexto donde los cambios en los aranceles están obligando a las empresas a replantear sus estrategias de importación y distribución.

Stephen Lamar, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Ropa y Calzado, también expresó su preocupación ante este panorama, afirmando que los repentinos cambios en la política arancelaria han alterado las cadenas de suministro de tal manera que se está observando un nivel de disrupción nunca antes visto desde las crisis ocasionadas por la pandemia de Covid-19. «La fluctuación constante de precios significa que los nuevos costos arancelarios no aparecen con precisión ni son predecibles hasta que los bienes llegan al puerto», explicó Lamar.

Como resultado de estos cambios, muchas empresas, en especial las pequeñas, se ven obligadas a cancelar pedidos a sus proveedores en China. Una decisión difícil que puede tener repercusiones duraderas en sus operaciones y finanzas, lo que podría llevar a una lástima en las ventas y una falta de productos que, a su vez, podría resultar en pérdidas irreversible.

«Inseguridad total»

En términos de transporte, Murphy agregó que los cambios traídos por la administración de Trump podrían resultar en una «reestructuración masiva de todas las líneas en América del Norte». Advirtió que «tomará meses para resolver este desastre». Con la congestión y los picos en las tasas de transporte de carga proyectados en los próximos meses, la inseguridad en el sector se hace insostenible.

Por último, Murphy destacó que la inseguridad general en relación al resultado final de la administración de Trump se ha vuelto un factor determinante. Los fabricantes chinos, a pesar de las tensiones comerciales, no están contemplando la posibilidad de trasladar sus negocios a Estados Unidos. Además, «Nadie considerará realizar inversiones masivas en la producción estadounidense» si los aranceles solo son un medio de presión para negociar mejores acuerdos comerciales. Murphy sugirió que si Trump «realmente aspira a la reindustrialización de los Estados Unidos», debe ofrecer un marco claro en torno a los costos arancelarios, evitando cambios constantes que solo sirven para generar incertidumbre en el mercado. (Sputnik)