Madrid Abr. (Europe Press) – En el contexto de un país cada vez más polarizado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una fuerte crítica hacia la Universidad de Harvard, sugiriendo que debería perder su estatus de excepción fiscal. Según Trump, esto se debe a que la institución se comporta como una entidad política y ha estado promoviendo lo que él denomina una «enfermedad» ideológica, especialmente en relación con la controversia en torno a Gaza. Este comentario ha generado un gran revuelo, tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación.
Trump se preguntó de manera retórica: «¿Harvard tal vez necesite perder el estado de la excepción fiscal y ser tratada como una entidad política que continúa promoviendo esta ‘enfermedad’ inspirada en la ideología y el terrorismo?». A través de su plataforma de comunicación, Truth Social, el presidente expresó su preocupación por el impacto que las acciones de la universidad tienen en el interés público, recordando que el estatus fiscal de las organizaciones depende de su contribución al bien común.
En este contexto, se ha hecho evidente que la Universidad de Harvard ha estado enfrentando un importante desafío financiero. Según informes, Trump y su administración han congelado más de 1.9 mil millones de euros en subvenciones y 60 millones en contratos, tras la decisión de la Casa Blanca de rechazar ciertos acuerdos con la prestigiosa universidad. Estos fondos son cruciales, y la decisión ha sido interpretada como un intento de ejercer presión sobre la institución.
Las principales preocupaciones de la Casa Blanca giran en torno a la inclusión y la diversidad en las políticas de aceptación de estudiantes. La administración Trump ha argumentado que las políticas de Harvard no han hecho suficiente para frenar una ola de animosidad contra el campus, especialmente en el contexto de las recientes movilizaciones que han surgido en el entorno universitario. Estas movilizaciones han generado un gran debate sobre la libertad de expresión y los derechos de los estudiantes.
Como parte de esta estrategia, Trump ya ha recortado $400 millones en fondos federales destinados a otras instituciones, como la Universidad de Columbia. Además, el Departamento de Estado ha amenazado con invalidar las visas de los estudiantes extranjeros que participen en estas protestas, intensificando así la presión sobre los campus universitarios y los estudiantes que se atreven a alzar sus voces en contra del gobierno.