

Roma, 17 de abril (Vaticannews) .-
«Quiero estar cerca de ti»
En un gesto de compasión y cercanía con los más necesitados, el Papa Francisco realizó una emotiva visita a la prisión de Regina Coeli. En un evento que tuvo lugar justo antes de las 15 horas, el Papa fue recibido por los directores del establecimiento penitenciario y el personal administrativo. La visita tuvo lugar en la rotonda principal, donde se reunieron aproximadamente 70 prisioneros de diversas nacionalidades, quienes participaron en actividades organizadas por la Capilla del Instituto y Catego.
Al dirigirse a los reclusos, Francisco expresó su profundo deseo de estar presente entre ellos, recordando los actos de Jesús en el Jueves Santo. “Me gusta hacer lo que Jesús hizo en el Jueves Santo, en prisión”, comentó, añadiendo: “No puedo hacerlo este año, pero puedo estar y estar cerca de ti. Rezo por ti y tus familias”. Este significativo encuentro incluyó un momento de oración, donde el Papa se tomó el tiempo de saludar a cada uno de los prisioneros presentes, concluyendo su visita de aproximadamente 30 minutos con una bendición colectiva.
Gambetti: En un mundo de «traición», elegimos «servir el poder»
Durante las reflexiones del Jueves Santo, Coena Domini Koa, el Cardenal Mauro Gambetti subrayó los desafíos contemporáneos, poniendo de manifiesto la fragilidad de la misericordia y las relaciones humanas. Con un mensaje claro, el cardenal resaltó el significado del gesto de Jesús al lavar los pies de sus discípulos, lo que simboliza un “dinamismo de la proximidad” en un mundo lleno de traiciones.
El mensaje se vuelve aún más profundo, ya que Gambetti advierte sobre la búsqueda del poder que se produce en diversos conflictos actuales, contrastando esto con el verdadero sentido de servicio que se debe cultivar. El rito tradicional de la lavada de pies, que también encarna este mensaje de humildad, fue parte de la ceremonia encabezada por el Arcipreste de San Pedro.
Los primeros afirman, entre opresión y sufrimiento
En su homilía, el Cardenal Gambetti también reflexionó sobre la historia del pueblo hebreo y su liberación de la opresión y el sufrimiento en Egipto durante la Pascua. Recordó que la palabra «Pascua» de hecho se traduce como «pasar» o «proteger», lo que evoca la imagen de Dios protegiendo a los humildes y pobres frente a la adversidad
Dios frente a las casas de baile, para proteger a Anawim, humilde, pobre, mientras la muerte pasa.
La Pascua de Jesús también se manifiesta en su lucha personal contra injusticias, temores, soledad y maldad. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, Jesús busca una intimidad con la humanidad, simbolizando el deseo de conocer nuestras luchas diarias.
En este sentido, se hace evidente que sus discípulos poseían una variedad de características: desde ser impulsivos y apasionados hasta ser reflexivos y profundos. Esta diversidad también refleja las debilidades humanas y la capacidad de ocultar la gloria.
Creo que la determinación de Jesús de compartir pan y vino con todo lo que su padre le ha dado revela cuánto ha buscado las conexiones humanas. La vida se convierte en una búsqueda de oportunidades para reencuentros y reconciliación desde una perspectiva muy humana.
De la Pascua actual, cuando falta la misericordia
En sus observaciones actuales, el cardenal Gambetti nos recuerda cómo el valor y la ética parecen haberse perdido a lo largo del tiempo, reflejando la traición de Judas en un contexto contemporáneo.
Todos estamos a la venta en función de un beneficio de costos. ¿Qué precio pagamos a cambio de recompensas económicas?
El cardenal enfatiza que la búsqueda de ganancias puede llevarnos hacia conflictos y a la deshumanización que enfrentamos en nuestras vidas cotidianas, donde la compasión parece ausente. A veces, incluso las prácticas religiosas pueden verse atrapadas en esta lógica, llevando a una decadencia de los valores espirituales.
Las guerras y los conflictos que nos rodean son el resultado de este declive. ¡Qué cantidad de vidas son crucificadas como consecuencia de esto!
El mensaje evangélico, lamentablemente, parece estar ausente entre las familias contemporáneas. A pesar de las frustraciones, el enojo y la fragilidad, el desafío persiste: encontrar libertad, justicia y paz.
«Lo único que le importa es»
La figura de Jesús nos ofrece una respuesta ante las plagas de nuestro tiempo. Él no busca gloria, aplausos o riqueza.
Lo único que le importa es el amor genuino. Este es el verdadero sacerdocio. Es el acto de lavar los pies de otros, de servir con humildad, de actuar con reciprocidad en la vida;
«El regalo de uno para vivir en personas»
El corazón de Jesús, como «Vida de la pobreza humana», se hace presente en gestos tan simples como en el caso de Don Giuseppi Berardelli, recordando así la generosidad y la compasión. Y lo más importante, el regalo de uno para apoyar a otros en su existencia.
El Cardenal Gambetti subraya la importancia de reflexionar sobre este «nuevo tiempo» en la iglesia, donde revela el carácter sacerdotal de brindar ayuda a los demás. La revolución que transforma la Eucaristía, imitiendo a Jesús, es un símbolo de la humanidad divina que todos estamos llamados a vivir.
Rito de fregadero de pies
En la celebración, se llevó a cabo también el rito del fregado de pies, donde el Arcipreste invitó a diferentes personas –incluyendo hombres y mujeres que trabajan en la Basílica de San Pedro– a participar. Cada rostro, representando una historia frágil, refleja ese gran sentido de humanidad del que habló el Cardenal en su homilía. El coro histórico de Giulia, que ha estado con la iglesia desde 1513, proporciona el telón de fondo musical, enriqueciendo la belleza de la liturgia en este día tan compartido.