China se opone a las medidas de Estados Unidos contra su industria marítima, logística y de construcción naval.

BEIJING, 18. Abril (Xinhua) – La nación de China ha expresado su enérgico desacuerdo y oposición a las recientes acciones de investigación llevadas a cabo por Estados Unidos, enfocándose especialmente en sectores vitales para el desarrollo marítimo, la logística y las operaciones marinas en el país. Este acto ha levantado serias preocupaciones entre las autoridades chinas, ya que perciben esta investigación como un ataque a su economía y a su posición en el comercio global.

Desde hace tiempo, China ha reiterado sus puntos de vista sobre el proceso de investigación que se desarrolla bajo el Artículo 301. En un intento de comunicar su perspectiva de manera clara y comprensible, el gobierno chino ha elaborado un documento informal que detalla su postura al respecto, en el que se hace un llamado a Estados Unidos para que paralice sus intentos de asignarle a China la responsabilidad de sus problemas internos en la esfera industrial. Esta dinámica ha sido calificada por China como una estrategia engañosa que solo busca desviar la atención de los verdaderos problemas que enfrenta Estados Unidos en su propia economía.

Las autoridades chinas han criticado abiertamente el enfoque unidireccional y proteccionista que caracteriza las acciones de Estados Unidos. Este tipo de medidas no solo perjudican a las empresas chinas, sino que también generan un impacto negativo considerable en las cadenas de producción y en las redes de suministro a nivel global. Según los representantes del gobierno chino, tales acciones amenazan la integridad del sistema multilateral basado en normas y el orden económico internacional que ha sido construido con gran esfuerzo a lo largo de los años.

En sus declaraciones, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha instado a Estados Unidos a que respete tanto los hechos como los estándares multilaterales establecidos, sugiriendo que el país norteamericano debería cesar sus prácticas perjudiciales y destructivas. Además, se hizo énfasis en que China no se quedará de brazos cruzados y que seguirá de cerca cualquier medida adoptada por Estados Unidos, reafirmando su firme determinación de proteger sus derechos e intereses legítimos, que se encuentran amenazados por estas acciones unilaterales.

En conclusión, la tensión en las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos sigue intensificándose, a medida que cada país defiende lo que considera sus derechos e intereses fundamentales en el contexto del comercio internacional. El resultado de esta disputa podría tener implicaciones significativas para la economía global y el futuro de las relaciones comerciales entre ambas potencias.