Londres, 18. Tra. (Europa Press) – El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, recientemente manifestó su firme apoyo al comercio «libre y abierto», enfatizando al mismo tiempo la necesidad de proteger los intereses nacionales de cada país. Este pronunciamiento tuvo lugar durante una conversación telefónica con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, donde ambos líderes abordaron varios temas cruciales de la actualidad internacional.
Durante esta charla, Starmer y Trump mantenían un intercambio sobre lo que se describió como «conversaciones comerciales fértiles». Uno de los temas destacados de la discusión fueron las tarifas «recíprocas» que el presidente Trump impuso contra el Reino Unido, las que actualmente se sitúan en un 10 por ciento. Esta tasa está sujeta a una moratoria de 90 días, aunque ya se menciona una carga del 25 por ciento sobre los automóviles importados. La intentona de los dos líderes es buscar un equilibrio que beneficie a ambas naciones en el ámbito comercial.
Además de cuestiones comerciales, los líderes se adentraron en una conversación sobre la situación actual en Ucrania, el conflicto en Irán, así como las medidas recientes adoptadas contra los Hutis en Yemen. Se destacó que se llegó a varios acuerdos y se emitieron declaraciones conjuntas en relación a estos temas, demostrando un esfuerzo conjunto para abordar desafíos que afectan tanto a Europa como a Oriente Medio en el contexto global actual.
La conversación se produce en un contexto donde el vicepresidente de los Estados Unidos ha señalado en entrevistas que la administración de Trump está trabajando de manera intensa y enfocada con el Reino Unido para concretar un acuerdo económico bilateral significativo. La relación entre ambos países ha sido históricamente fuerte, y estas charlas son una clara indicación de su deseo de continuar profundizando sus lazos económicos y estratégicos.
Starmer, siendo consciente de los retos que todos los países están enfrentando actualmente, está en busca de una política exterior que combine la apertura comercial con una firme estrategia de protección económica. Este enfoque es clave para sus planes como primer ministro y podría establecer un nuevo rumbo para el comercio entre el Reino Unido y los Estados Unidos, en un momento donde las dinámicas globales están cambiando rápidamente.