Existen circunstancias en la vida que, aunque pueden parecer definitivas y permanentes, realmente no lo son. Esta noción es especialmente válida en el contexto de los tatuajes. En la actualidad, se estima que un tercio de los jóvenes españoles tiene al menos un tatuaje. Sin embargo, se ha notado un aumento en las redes sociales donde se exhibe la creciente popularidad de la eliminación de aquellos diseños que alguna vez se consideraron permanentes.
«Para siempre». Esta expresión suele ser una de las más recurrentes al considerar hacerse un tatuaje: «¿Estás seguro? Es para siempre». En los últimos años, los tatuajes han adquirido tal popularidad que España actualmente ocupa el sexto lugar del mundo en cuanto a la cantidad de personas tatuadas. Estos adornos corporales parecen ser parte de la moda, y cada nuevo evento se percibe como una oportunidad ideal para hacerse uno. Según un estudio de Lutronic PBS, el fabricante de dispositivos láser para estética médica, se estima que el 60% de las personas que se hacen tatuajes en el país finalmente desean eliminarlos.
El grupo demográfico más común en esta tendencia son las mujeres que se encuentran en la franja de edad de 35 a 50 años. Esto no es un fenómeno exclusivo a España; una investigación realizada por Pew Research en Estados Unidos indica que aproximadamente una de cada cuatro personas que tienen tatuajes lamenta al menos uno de ellos.
Caso real. Este es el caso de Natalia, una mujer de 35 años que pidió que no se revelara su nombre real. Ella optó por eliminar las cejas de la micropigmentación, después de que el procedimiento resultara ser más permanente de lo que le habían indicado originalmente. A pesar de que la micropigmentación le dijeron que iba a ser semipermanente, terminó siendo similar a un tatuaje verdadero. Sin embargo, su experiencia no se limita a eso, pues aprovechó que estaba buscando un centro de eliminación para también deshacerse de su primer tatuaje, que hizo cuando tenía 18 años: «Era muy joven, fue más un acto de rebeldía», explica. Aunque se hizo otros tatuajes con el tiempo, asegura que varios de ellos ya no reflejan su estilo actual.
Eliminar es más difícil que hacerse un tatuaje. Según el experto Goergen, citado por CNN, la tinta de los tatuajes se encuentra en la dermis, que es la segunda capa de la piel, debido a que sus moléculas son demasiado grandes para ser eliminadas fácilmente. Los dispositivos láser que se utilizan actualmente emiten pulsos de energía que fragmentan la tinta en partículas más pequeñas, las cuales después son procesadas por el sistema linfático del cuerpo.
En manos expertas. Por ello, es fundamental acudir a un profesional calificado en el caso de querer eliminar un tatuaje. Sara, una mujer de 30 años que también ha decidido conservar su anonimato, se realizó un tatuaje en el tobillo por un artista que ahora considera «poco experimentado». A ella no le gusta cómo se ve ni la sensación que le produce el tatuaje, y dice: «En el fondo, lamento haberlo hecho. Lo decidí a los 21 años después de ahorrar, pero nunca me sentí satisfecha».
Después de consultarlo con un dermatólogo, le recomendaron que su tatuaje debería eliminarse lo antes posible, ya que la tinta pudo haber cruzado la capa superficial de la piel. Curiosamente, este caso se asemeja a un estudio preliminar realizado en Suecia, que implica a 11,000 personas y que sugiere que quienes tienen tatuajes tienen un 21% más de riesgo de desarrollar linfomas en comparación con aquellos que no los tienen.
Un equipo adecuado. Es importante recordar que el proceso de eliminación de tatuajes con láser, como el Q-switched, requiere un manejo especializado. Natalia se aseguró de investigar a fondo y encontrar este equipo, que se considera uno de los más efectivos para la eliminación. De acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Estética, el uso incorrecto de estos dispositivos, ya sea por falta de regulación o por personal no capacitado, puede acarrear serias consecuencias adversas, como quemaduras o cicatrices. Además, la sociedad manifestó su preocupación por el intrusismo laboral y la falta de regulación en este tipo de tratamientos estéticos.
¿Cuántas sesiones son necesarias? A pesar de que algunas clínicas hacen promesas de eliminar un tatuaje en una sola sesión, los expertos de la Clínica Dermatológica IML advertido que esto solo es viable en circunstancias muy específicas, como en el caso de tatuajes pequeños, antiguos y con tinta negra y plana. Por lo general, el proceso requiere varias sesiones, que deben estar separadas por varias semanas o incluso meses. Aun así, el tratamiento no está libre de complicaciones.
El proceso no siempre es visible. Jayne Foo, una asesora financiera en Singapur, comparte su experiencia a través de un creciente grupo de influencers que documentan sus visitas a clínicas estéticas mostrando su transformación en redes sociales. En uno de sus informes, menciona haber tenido heridas abiertas, burbujas enormes y picazón intensa. En sus publicaciones, advierte que el proceso es complicado, ya que se debe evitar la exposición al sol. También menciona que muchos videos que circulan en las redes pueden ser engañosos, pues a menudo muestran lo que parece ser un efecto inmediato de aclaramiento que, en realidad, es solo temporal y dura alrededor de 15 minutos.
Una tendencia en crecimiento. Bajo el hashtag #Toremoval en Instagram y TikTok, cada vez más personas documentan su proceso de eliminación de tatuajes. La influencer Claudieta, que cuenta con más de dos millones de seguidores, hizo una declaración contundente: «Nunca te hagas un tatuaje en un momento de debilidad psicológica». Recientemente, se ha viralizado un video en el que una cuenta fan de la actriz Amanda Bynes muestra su proceso de eliminación de un tatuaje en la cara, lo que contribuye a esta tendencia.
En última instancia, la decisión de hacerse un tatuaje es personal y a lo largo de la vida, las prioridades y deseos pueden cambiar. Un estudio ha revelado que las personas con tendencias más impulsivas tienden a hacerse más tatuajes. Sin embargo, lo doloroso no es tanto el acto de someterse a un tatuaje, sino enfrentarse a la necesidad de dar marcha atrás. Sin embargo, estas decisiones son completamente válidas y siempre hay oportunidad de cambiar. Por ende, eliminar un tatuaje no siempre significa borrar el pasado, sino aceptar que esa parte de uno ya no forma parte del presente.
| Los tatuajes siempre han estado presentes en la cultura. Desde los reyes europeos que llevaban tatuajes hasta los días actuales, han pasado a ser una forma de expresión personal y de identidad.