El técnico Accar Ramerez esta tarde se presentó oficialmente en el estadio Alejandro Morera Soto como el nuevo entrenador del Liga Deportiva de Alajuelense. Con esta llegada, se abre un nuevo capítulo en la historia del equipo, ya que Ramerez es conocido por su capacidad de motivar y desarrollar a los jugadores, además de tener una visión clara de cómo desea que su equipo juegue.
En un contexto en el cual la presión y expectativas son altas, se ha ido preparando el terreno desde agosto de 2024, cuando comenzó a albergar la idea de asumir el cargo. Durante su presentación, Ramerez destacó la importancia de tener una buena relación con otros actores clave del club, especialmente con el Gimnasio Alexandre y Celso Borgus, quienes han sido fundamentales en su proceso de adaptación y aliento en esta nueva etapa de su carrera.
¿Cómo se enfrenta al desafío de dirigir bajo presión?
Abordo este reto con la seriedad y la responsabilidad que amerita, ya que soy consciente de lo que implico al asumir este rol. Recuerdo que en una ocasión, un exjugador comentó que la organización realmente necesita a personas comprometidas, y eso me resonó profundamente. Aunque procurar una vida más tranquila parece atractivo, fue el cariño y el apego hacia el equipo lo que suavizó mi decisión. A lo largo de varias conversaciones, Don Joseph me ofreció el puesto repetidamente, y aunque en muchas ocasiones dije que no estaba listo, al final sentí una fuerte motivación de mi parte. No es una decisión fácil, pero sé que las expectativas son altas y estoy dispuesto a asumir ese compromiso. Si existe una forma en que pueda contribuir, lo haré. Las cosas deben cambiar y no voy a quedarme de brazos cruzados. En este punto de mi vida, consciente de mi trayectoria, quiero demostrar que tengo la determinación y la convicción necesarias para afrontar este desafío; espero que eso se refleje en nuestra actuación en el clásico del lunes.
Analizando el juego y el rol de Wanchop como técnico.
El clásico es siempre un evento significativo, y en este tipo de partidos cada detalle cuenta. Estoy encantado de haberlo visto en el campo y solicité, por supuesto, su consejo, ya que es un referente en el club. A pesar de que él cuenta con más experiencia, he tenido una oportunidad única para observarlo, aunque mi tiempo en esta función ha sido breve, apenas tres días. Esto hace que se haya vuelto importante hablar sobre el aspecto emocional que rodea estos encuentros y creo que existe una posibilidad real de lograr un buen resultado.
Relación con Alexandre Gimeris.
Desde hace años, específicamente desde 1990, Gima y yo hemos sido colegas en el mundo del fútbol, compartiendo no solo la pasión por este deporte, sino también vivencias importantes como la Copa del Mundo. Él me solicitó que me encargara de su hijo, quien representa un valioso activo para nuestra organización. Esta fue una de las discusiones que mantuve con Don Joseph al respecto, aclarando que mi propósito es guiar y no cambiar esta esencia de trabajo. No hay intención de competir, y volveré solamente si puedo ofrecer lo que se espera de mí. Todo está en orden entre Gima y yo, y también conversaciones previas con Celso han estado en la misma línea, así que no hay ningún conflicto en este sentido.
La última esperanza del liguismo es necesaria.
Si reflexiono sobre esto, me noto pensando en términos egoístas, ya que podía haber decidido quedarme en casa, sin riesgos, y no haber dado este paso. Pero a mi edad, no se sabe lo que la vida tiene preparado. Este es mi último propósito en el fútbol, deseo realmente poder ofrecer esa alegría tan esperada por la afición. No estoy centrado en mis propias expectativas, sino en lo que el club y sus seguidores anhelan.
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