La actividad del volcán Poás persiste, informa Ovsicori

El Observatorio volcanológico y sismológico de la Universidad Nacional (Ovsicori-un) ha realizado un importante comunicado en sus recientes informes, destacando que el volcán Poás sigue presentando actividades eruptivas. Esta información es crucial para la comunidad y las autoridades locales, ya que el monitoreo constante de este volcán es fundamental para garantizar la seguridad de la población que reside en sus cercanías.

En su análisis, el experto Geoffroy Avard subraya que el volcán está generando pulsos de baja amplitud de manera regular. Estos eventos sísmicos, aunque son de menor intensidad, son indicativos de que todavía hay actividad dentro del cráter que merece atención. La recolección de datos y la interpretación de estos pulsos son esenciales para entender la dinámica actual del volcán y sus posibles implicaciones.

«Estos pulsos están asociados con la emisión de cenizas, y tal vez rocas; sin embargo, no hay una buena observación visual para poder verificarlo de manera precisa», señaló Geoffroy Avard. Este comentario rescata la importancia de contar con un monitoreo visual adecuado para evaluar el alcance de las emisiones y el impacto que podrían tener en las áreas circundantes.

Además, Avard también argumenta que si se logra tener una buena visibilidad durante las horas diurnas, se podría notar una respiración regular y constante del volcán. Esto indicaría que, aunque hay actividad, el volcán todavía mantiene un comportamiento pronosticable y no presenta señales evidentes de una erupción inminente. La visibilidad es, por lo tanto, un aspecto crucial para el análisis de la actividad volcánica.

Un detalle particularmente interesante que compartió el experto es el estado de la temperatura del volcán. Él afirma que es importante asegurar que haya una bombilla durante la noche que muestra indicios de actividad, aunque a temperaturas bajas, lo que indica que no se trata de lava fluyendo, sino de una combustión de azufre. Esto refuerza la idea de que los procesos internos del volcán continúan, aunque de manera controlada y limitada.

«Por lo tanto, el volcán se mantiene bastante estable, con quizás una ligera tendencia a despegar, pero en un proceso que está ocurriendo de forma muy lenta», concluyó Avard. Este aspecto de estabilidad es relevante; sin embargo, también es necesario estar al tanto de las mínimas variaciones que puedan sugerir un cambio en la actividad eruptiva.