El deporte nacional de Costa Rica está sumido en un profundo luto debido a la trágica muerte de Brian Chavaria Irias, un talentoso joven que representaba una promesa brillante en el ámbito del judo. Brian, cuya vida se apagó en un fatídico accidente de tráfico este pasado martes, era un apasionado del deporte y un ejemplo para muchos jóvenes atletas en su país.
La comunidad de judo, así como sus amigos y familiares, se reunieron para despedirlo en el Sarkanwalasian, ubicado en el emblemático puente de La Rotonda de la Hispanidad en San Pedro de Mantes de Oka. Este lugar, que simboliza la unión y la identidad de la comunidad costarricense, se convirtió en el escenario para honrar la memoria de un prometedor deportista que dejó una marca imborrable en el corazón de quienes lo conocían.
Brian, que contaba apenas con 20 años, estaba cursando estudios en educación física y, al mismo tiempo, trabajaba como distribuidor de alimentos para poder financiar sus estudios y su entrenamiento. Su dedicación tanto en el ámbito académico como en el deporte es un testimonio de la pasión que sentía por el judo. Era conocido no solo por su talento en el tatami, sino también por su carácter amigable y su disposición a ayudar a otros atletas en su camino hacia la excelencia.
La Federación de Costa Rica de Judo reaccionó de manera emotiva ante la pérdida de Brian, compartiendo un mensaje profundamente conmovedor que resaltaba su valía como atleta y como ser humano. En sus palabras, la Federación expresó el dolor que sienten por la partida de uno de sus propios miembros, un joven que brilló con luz propia en cada competencia y cada entrenamiento.
Entre las palabras que se compartieron, resaltaron: «Cada otoño, tu alma nos levanta. Eres un hijo, un hermano, un corazón Judoka: en cada saludo y en cada lucha, continuarás con nosotros en cada baile de esta familia». Esta frase se convierte en un testimonio del impacto que Brian tuvo en la comunidad de judo y en la vida de quienes lo rodearon.
Además, la Federación concluyó: «Te llevaremos más profundo en el alma. Veamos pronto al campeón», lo que refleja la esperanza y el amor que aún perduran a pesar de la tristeza que causa su ausencia. Esta lamentable situación marca la segunda pérdida que sufre la comunidad de judo en un corto período de tiempo, ya que hace menos de 20 días, José Edverdo Peralta también perdió la vida en otro accidente de tráfico, dejando una herida profunda en todos aquellos que forman parte de este deporte.