BYD no asistió al Salón de Shanghai para exhibir autos. Fue a la exposición.

En la exposición automotriz de Shanghai, se están presentando un total de 70 marcas de automóviles. Casi todas ellas traen sus últimos modelos, pero BYD se destaca con su compromiso con la movilidad eléctrica.

Lo que se exhibe no es simplemente una representación de la industria automotriz, sino más bien un manifiesto de lo que está por venir. En el evento más grande del mundo dedicado a los vehículos, BYD presenta sus marcas, incluyendo la principal BYD, la de lujo Ultra Premium Yangwang, y una nueva marca que busca establecerse en Europa. Todo lo que muestran parece no ser solo una sugerencia amable, sino más bien una declaración de intenciones agresivas. Al observar sus modelos, nadie se detiene a describirlos, sino que la atención se centra en las marcas que podrían verse amenazadas por esta nueva ola de competencia.

La reacción en la feria no es simplemente admiración; es una certeza palpable. De manera similar a como lo hizo Huawei en el ámbito de los teléfonos móviles, BYD no está buscando competir, sino que busca dominar el mercado. Esa etiqueta de ‘campeón nacional’ ha quedado atrás, ahora el objetivo es la hegemonía sobre el resto de las marcas.

De hecho, la presentación que brindaron se asemeja más a un permiso concedido por otros gigantes de la industria como Chery y Jaleada. Esto indica que estamos ante un cambio significativo en el panorama automotriz de una nueva China emergente.

El BYD habitual ha evolucionado

La base de operaciones de BYD sigue siendo la del automóvil accesible para todos, pero ahora han mejorado la sofisticación de sus productos, haciéndolos más atractivos para sus clientes y, al mismo tiempo, más peligrosos para sus competidores.

Durante la feria se exhiben cinco modelos de la serie Ocean, todos eléctricos o híbridos, cada uno de ellos presenta avances que pueden ser difíciles de traducir en precios en euros, ya que la conversión siempre resulta ser un dilema complicado. Sin embargo, es el viejo truco de BYD: fijan precios que ofrecen una percepción de un generalista, pero que otros suelen denominar como bonificación.

Un excelente ejemplo es el Sello 06, que se presenta como un SUV compacto de diseño deportivo, con líneas musculosas. Viene equipado con un sistema de asistencia denominado «Ojo de Dios», el cual es estándar, y además, ofrece compatibilidad con la nueva red de carga ultra rápida de 1,000 vatios. Promete alcanzar 400 kilómetros de autonomía con una carga de solamente cinco minutos, a un precio inferior a 20,000 dólares estadounidenses. El Sello 06también tiene una versión base que sigue este mismo principio de eficacia, diseñado especialmente para flotas de intercambio de automóviles y aspirantes a los mercados.

BYD SEAL 7. Imagen: .
Byd Sealion 7. Imagen: .

La renovación de modelos clásicos como el de la serie L ilustra claramente la evolución del núcleo de BYD: no solo se actualizan sus motores (las nuevas unidades eléctricas logran hasta 30,511 rpm), sino que también incorporan tecnologías que anteriormente se consideraban propias de los segmentos premium:

  • Suspensiones adaptativas Disus-M.
  • Conectividad total.
  • Funciones de conducción autónoma de nivel 2+.

Lo que hace cinco años se consideraba un milagro chino, hoy es el nuevo estándar de la industria.

Byd Song L Ev. Imagen: .

El mensaje que transmite BYD es claro: quiere volumen, pero también prestigio. Aparentemente no se conforman solo con superar a sus competidores, sino que también están decididos a construir una marca de renombre, posicionándose firmemente en los diferentes segmentos del mercado.

Denza: La elegancia como estrategia de ataque

Si el prestigio es el nuevo campo de batalla, Denza se presenta en la primera línea de frente. Esta marca fue inicialmente concebida como un experimento conjunto con Mercedes-Benz y hoy se ha confirmado como un símbolo del progreso del lujo eléctrico chino. No compite en volumen, sino en percepción. Su ofensiva en Shanghai fue liderada por el Denza Z.

Este coupé eléctrico de dos puertas y cuatro asientos es visualmente impactante. Con un diseño bajo y musculoso, y una línea de cintura bien definida, se asemeja más a un concepto futurista que a un auto producción, aunque se ha confirmado que llegará al mercado.

Denza Z. Imagen: .
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Este modelo incluye dirección eléctrica, plegado, suspensión magnética inteligente y materiales de alta gama, todo ello en un diseño que evoca a Stuttgart, diciendo «Shenzhen».

El Z no fue el único modelo destacado; también brilló el Denza N9, un SUV de gran tamaño que se presenta con un diseño refinado y elegante. Ofrece interiores amplios, pantallas de alta calidad y tecnologías avanzadas para asistencia al conductor. Se encuentra ya a la venta en China a un precio de 389,800 yuanes, aproximadamente unos 47,000 euros. Se espera su llegada a Europa a finales de año con un precio que se prevé será sorprendente. El N7, otro conocido entre los modelos, está por un precio de 260,000 yuanes, que equivale a unos 36,000 euros, mucho más accesible pero menos centrado en la exclusividad.

Denza N7. Imagen: .
Denza N7. Imagen: .

Para un mercado que parece escéptico en relación con las marcas alemanas de prestigio, Denza ofrece una propuesta intrigante: lujo que también es lógico.

Una ofensiva adicional fue lanzada con el Denza D9, una lujosa minivan que se ha transformado en una curiosidad para los consumidores en el mercado chino. El D9 ha sido desarrollado pensando en gerentes y familias con altas aspiraciones, brindando una experiencia de cabina que rivaliza con la de un jet privado: asientos traseros con masaje, ventilación, pantallas individuales, techo panorámico, aislamiento acústico reforzado, y puertas corredizas automáticas que permiten un acceso especial.

Interior de la Denza D9. Imagen: .

Ofrece una motorización dual, ya sea híbrido puro o enchufable, lo que proporciona versatilidad sin sacrificar la comodidad. En un contexto donde la categoría de las minivans parece haber sido superada por los SUV, BYD está renovando esta oferta con un claro propósito: transformar la movilidad de gama alta en una experiencia de espacio, silencio y prestigio.

A pesar de todo este progreso, el escenario seguirá siendo complicado en Europa. Su propuesta consiste en ofrecer vehículos que rivalizan con Porsche o Maserati, pero a precios que se asemejan a los de marcas alemanas más accesibles. Si enumeráramos todas las marcas chinas presentadas en nuestras calles hace cinco años, probablemente habríamos reído. Solo el tiempo dirá su inevitable éxito.

Yangwang: La cúspide del lujo nacional

Esta nueva marca ultra-lujosa tiene la misión de competir con modelos como Rolls-Royce, Range Rover o Maybach. A diferencia de otros, no busca imitarlos, sino reinterpretarlos, ofreciendo una visión muy particular desde una perspectiva china.

Uno de los modelos más destacados es el Yangwang U8L, una versión extendida del notable U8. Con 5.4 metros de longitud y tres filas de asientos, refleja un lujo ceremonial. Las insignias pueden presentarse en oro de 24 quilates.

Su puerta trasera se abre en dos mitades verticales. Considerando los precios que maneja esta marca, es imposible no compararla con un cofre real.

Yangwang U8L. Imagen: .
Yangwang U8L. Imagen: .
Yangwang U8L. Imagen: .
Yangwang U8L. Imagen: .

En el interior, se observa una mezcla entre una nave espacial y una sala de té. Durante la presentación, no se permitieron fotografías debido a su complejidad y los efectos de luz, que hacían difícil captar su esencia. Incluye acabados nobles, iluminación ambiental inspirada en antiguas caligrafías y compartimentos ocultos que reflejan patrones de jade. El sistema de infoentretenimiento, impulsado por chips Qualcomm de 4 nm, actúa como el cerebro de una suite equipada con tres lidars, doce cámaras y capacidades de navegación autónoma en entornos urbanos.

Esta espectacularidad se acompaña de una impresionante capacidad de manejo que permite conducir en diversas condiciones climáticas. Este modelo no busca ser solo un experimento tecnológico: se convierte en un símbolo estético, cultural y casi ideológico, al demostrar que China también es capaz de producir autos que son dignos de exhibición en lugares selectos, como la Playa de Guijarros.

El U9 no está diseñado para cualquier mercado, pero sí cumple su cometido: demostrar que BYD no teme adentrarse en segmentos de lujo. En vez de simplemente igualar a sus competidores, buscan establecer un nuevo estándar. Su autoconfianza se basa en un control vertical y casi absoluto de su producción.

Una evidente estrategia de dominación

Lo que se muestra en Shanghai responde a una lógica más amplia: BYD se define no solo como una empresa fabricante de automóviles, sino como una arquitectura diseñada para la conquista. Su enfoque en un control vertical le permite crear baterías, motores, semiconductores y software. Esto les otorga la capacidad de reaccionar más rápidamente que prácticamente cualquier otro competidor, además de poder mantener bajos costos a través de negociaciones más efectivas con proveedores.

Esto les proporciona la ventaja de mantener una presencia significativa en casi cada segmento del mercado.

Con Tesla ausente y los fabricantes europeos intentando enfocarse en sus propios tradicionales mercados, las marcas chinas han realizado una presentación que combina una estética tecnológica coherente con una narrativa poderosa. BYD es uno de los ejemplos más significativos de esta tendencia.

Tan seguros están de su crecimiento que incluso han anunciado su intención de penetrar en el difícil mercado japonés de Kei -car, una región que parecía ser inaccesible para las marcas externas. Solo alguien con clara visión del futuro podría desafiar a un gigante como la Honda N-Box en su propia casa. Esto indica que BYD tiene una ambición real de dominar y no negociar.

Las cifras apoyan su ofensiva: en el primer trimestre de este año, BYD logró vender más de un millón de vehículos electrificados. Esta cifra no solo excedió a Tesla en distribución a nivel mundial, sino que también triplicó sus ventas en el mercado europeo, todo esto en un contexto de creciente competencia y conflictos comerciales.

Un nuevo siglo de oportunidades comienza aquí

BYD ya no se limita a ser una marca automobile. Ha evolucionado a una plataforma de conquista.

La exposición de Shanghai 2025 actuó como un compromiso de la industria, mientras los viejos líderes del sector observan con incertidumbre cómo avanza este progreso imparable.

A medida que Europa observa y Japón se prepara, Estados Unidos aún se encuentra en medio de una guerra arancelaria.

El mensaje es inconfundible: BYD ya no solo mueve modelos, sino que comienza a consolidar su influencia en el mercado global. No proclama sus intenciones; simplemente las pone en acción.

Y si no se establecen barreras, capturará gran parte del mercado.

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