El Senado de México debatió la ley de telecomunicaciones sobre la propaganda extranjera o engañosa.

Ciudad de México, 25 de abril (Sputnik).

Recientemente, se han presentado varios proyectos impulsados por la presidenta Claudia Sheinbaum, los cuales buscan fundamentalmente regular el contenido publicitario y de propaganda, especialmente aquel que proviene de gobiernos extranjeros y que tiene un enfoque en la cultura o el turismo. Este tipo de implementación representa un esfuerzo por otorgar un mayor control sobre la información que se difunde en los medios de comunicación y plataformas digitales.

Uno de los casos más destacados en esta discusión es un anuncio de una campaña estadounidense dirigida a la reducción de la migración ilegal, que se ha estado transmitiendo en televisión abierta en México, además de aparecer en eventos de deportes profesionales y plataformas como YouTube. Esta situación ha llevado a la coalición respaldada por la Moción Nacional de Regeneración (Morena) a plantear la necesidad de una regulación más estricta en cuanto a la publicidad que puede ser emitida en el país.

De acuerdo al texto que se someterá a votación plenar, se prohíbe explícitamente la «publicidad o transmisión de propaganda que se presente como periodismo o noticias». Este objetivo se plantea con la intención de evitar que se difunda contenido publicitario engañoso, sin que esto suponga un ataque a la libertad de expresión y difusión que protege la Constitución.

Las autoridades competentes tendrán la potestad de solicitar un bloqueo temporal en plataformas digitales cuando se considere que hay violaciones a las regulaciones establecidas, en especial si esto afecta el cumplimiento de las normas vigentes.

El senador Manuel Añorve, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha criticado dicha interferencia extranjera, argumentando que esta ha sido una justificativa constante para defender los derechos de los migrantes durante décadas. En el marco de esta discusión legislativa, se destaca un proyecto de decreto basado en el análisis del ejecutivo y con el respaldo de 128 escaños, abarcando áreas como radio, televisión, filmación, así como comunicaciones y educación legislativa.

La propuesta sometida a discusión por la presidenta Sheinbaum ha logrado su aprobación en comisiones con 29 votos a favor y 9 en contra, sin abstenciones. Este documento establece las funciones que desempeñará la nueva agencia de transformación digital y telecomunicaciones, la cual tendrá la capacidad de emitir criterios técnicos relacionados con telecomunicaciones y transmisiones, al mismo tiempo que se encargará de gestionar el programa de radio nacional que promueve el uso de estos recursos.

Dentro de las principales reglas que se proponen, se halla la prohibición de la divulgación de propaganda política proveniente de otros países, lo que estipula que la difusión de contenido de gobiernos o entidades extranjeras queda estrictamente limitada. «Es crucial que México cuente con una nueva legislación sobre este asunto, especialmente considerando los beneficios que las telecomunicaciones pueden ofrecer a toda la población», expresó Jose Antonio Cruz, legislador oficial del proyecto.

La nueva agencia se dotará de poderes para regular, promover y supervisar, no solo el espectro radioeléctrico, sino también el acceso a redes e infraestructuras necesarias para el funcionamiento adecuado de los servicios de telecomunicación. Se prevé que esta estructura también se encargue de aprobar y simplificar los procedimientos asociados a la instalación y mantenimiento de infraestructura de telecomunicaciones.

El objetivo final es facilitar la expansión e innovación tecnológica en el país, así como mejorar el acceso a prestación de servicios como Internet de alta velocidad. Por su parte, el senador Aníbal Ortega, perteneciente a Morena, ha afirmado que esta ley representa un paso hacia la recuperación de la soberanía comunicativa en México.

Sostuvo que «esto no es una medida de censura, sino una acción de dignidad y autosuficiencia. Los medios deben servir a la ciudadanía y no a intereses de poderes externos. Es esencial que defendamos nuestros espacios y nuestras decisiones”.

Sin embargo, el senador Ricardo Anaya, del partido Acción Nacional (Centroderecha), expresó su preocupación al manifestar que esta legislación puede llevar a un «control total» por parte del gobierno, ya que todas las capacidades se concentrarán en la nueva ley, cuya aplicación podría restringir la transmisión en medios convencionales y digitales.

Se califica a esta legislación, así por sus opositores, como una ley de censura, enfatizando que reproduce patrones de represión observados en otras naciones. Alejandra Barrales, senadora del Movimiento Ciudadano (MC), argumenta que esta regulación que busca controlar la propaganda extranjera resulta peligrosa y podría implicar un bloqueo de las redes sociales que limitara la interacción y el acceso a información por parte de la ciudadanía.

A pesar de estas críticas, los detractores del proyecto de ley cuentan con suficiente respaldo para avanzar con la nueva legislación en las cámaras del Congreso, lo que podría transformar fundamentalmente el panorama de cómo se manejan las comunicaciones en el país. (Sputnik)