






Desde hace más de una década, China ha estado lanzando enormes cantidades de arena al mar, no solo para la construcción de aeropuertos, sino también para crear una serie de islas artificiales con el objetivo de ampliar su dominio militar. Esta estrategia es parte del plan más amplio de China para reclamar áreas marítimas que consideran propias, lo cual también aplica a la costa del Mar Amarillo, justo frente a Corea del Sur. Sin embargo, uno de sus vecinos, Vietnam, ha comenzado a mostrar signos de agotamiento respecto a esta situación.
Vietnam, al igual que China, ha empezado a crear sus propias islas artificiales en la misma región, con un propósito bien definido: impedir que China se adueñe de la zona. Esta acción ha incrementado las tensiones en la región, haciendo que la situación sea aún más complicada.
Islas Spratly. Aunque a simple vista puedan parecer solo un grupo de arrecifes, las Islas Spratly poseen una gran importancia geopolítica. Son ricas en recursos naturales, incluyendo bancos de pesca, petróleo y gas natural. Se estima que hay alrededor de 105,000 millones de barriles de petróleo, así como otros millones de tambores de recursos en esta área.
Estas tensiones surgen no solo por la lucha por el control de estos recursos, sino también por la ubicación estratégica de las islas. Se sitúan en una de las rutas marítimas más transitadas, que son cruciales para el comercio internacional y la circulación global. La conquista de este archipiélago por parte de cualquiera de los países implicados podría significar una influencia significativa a nivel mundial.
Reclamos. La situación en el archipiélago es turbulenta. Este consiste en un centenar de islas, y varios países han hecho reclamaciones de soberanía durante décadas. China argumenta que los pescadores de la dinastía Ming del siglo XV ya estaban en la zona, por lo que las islas les pertenecen. Además, en 1947 realizaron una carta que mostraba sus afirmaciones sobre la propiedad de dichas islas y comenzaron a ocupar algunas de ellas en 1988.
Malasia se sumó al conflicto en 1979, reclamando parte del archipiélago, al igual que Brunéi. Filipinas es otro de los actores en este tablero, ocupando algunas islas con soldados, mientras que Taiwán y Vietnam han sido firmes en sus reclamaciones de toda la región. Taiwán basa su argumento en las mismas premisas que China, mientras que Vietnam sostiene que las islas fueron parte del reino de Annam en el siglo XIX, su predecesor.
Tanto China como Vietnam han recuperado restos arqueológicos como prueba de que estas islas les pertenecían históricamente y que deberían seguir siendo su propiedad hoy en día. A pesar de esto, como no han logrado convencer a sus oponentes de sus argumentos, decidieron adoptar medidas más drásticas.
Fondo. En 2013, China decidió intensificar sus esfuerzos. Utilizando los arrecifes de poca profundidad, comenzaron a utilizar barcos para elevar el fondo marino con el fin de construir islas y expandir las que ya existían. En un periodo de solo cinco años, se crearon siete islas artificiales, y la transformación ha sido evidente en las imágenes satelitales comparativas.
Militarizar el archipiélago. A lo largo de este proceso, la presencia militar de los países involucrados ha sido clave, incluso llevando a incidentes armados entre ellos. Uno de los objetivos fundamentales de China es militarizar estas islas, con un doble propósito: garantizar que, si alguien tiene intenciones de invadir, haya suficientes tropas armadas para contrarrestar cualquier intento y así evitar conflictos mayores.
Además, es fundamental establecer y solidificar la presencia militar en la región. Recientemente se descubrió un radar sigiloso en una de las islas, lo cual, aunque sea un equipo tecnológico, envía un mensaje potente en una zona donde Estados Unidos está también muy interesado: si los EE. UU. y sus aliados no pueden actuar, podrían encontrarse en una situación complicada con el Ejército de Liberación Popular.
Sin duda, no se trata solo de un radar; hay una plataforma de lanzamiento de cohetes y otras infraestructuras militares en varias de las islas ocupadas por China. En este video de TWSJ, se puede observar claramente el desarrollo de las islas:
Vietnam se planta. En 2021, Vietnam decidió que ya era suficiente y, junto con Taiwán, comenzó a crear islas en las Spratly. Esto principalmente tiene el objetivo de fortalecer su presencia militar y mejorar sus capacidades portuarias, lo que fue especialmente evidente en los últimos meses.
A partir de junio de 2024, Vietnam ha «expandido» su territorio en nuevas hectáreas, sumando 1,343 hectáreas en comparación con las 1,882 que ha desarrollado China. Esta expansión es notablemente rápida: en 2021, Vietnam solo tenía cuatro puertos avanzados. Ahora, este número ha crecido, destacando lugares como el arrecife de Barque Canada, donde antes solo se intuía el atolón y ahora cuenta con una pista de aterrizaje.
Quejas entre sí. El objetivo de ambos países es operar con más eficiencia y en mayor escala en estas islas, antes de que un eventual alivio permita una mejor administración de la situación. Mientras China realiza maniobras y patrullas continuamente, Vietnam, que previamente había manifestado su descontento con los movimientos de China, ahora siente que su vecino está apretando la soga con diversas acciones.
En febrero, el portavoz del Departamento de Estado de China protestó contra la construcción de la pista de aterrizaje en el arrecife. Ellos han expresado su preocupación al considerar que están sobrepasando límites en un territorio que consideran ocupado ilegalmente. Mientras tanto, Vietnam ha dejado en claro que hará lo necesario para defender su territorio. No solo esto perjudica a China, sino que también a Malasia y Filipinas. Algunos analistas sugieren que es difícil criticar a Vietnam, dado que los otros tres países han adelantado sus propios reclamos en los últimos años.
País seguro. Además de estas islas artificiales, China ha extendido su área de control en el mar internacional en otras regiones. Un ejemplo destacado es la Isla Haihua, así como otras islas artificiales que suman alrededor de 800 hectáreas, que están diseñadas para ser un puerto internacional con centros de negocios e incluso parques de atracciones.
Además, se planea una nueva ciudad portuaria para establecer centros de negocios, que transformarían su área de 2.6 kilómetros cuadrados en un ‘nuevo’ Dubai. ¿Y hay algún límite para esto? Indonesia ha intentado mediar en la situación, pero la continuidad de los conflictos está demostrando que ambas partes siguen discutiendo y arrojando arena al mar.
Fotos | Google Maps, Sentinel Hub EO Browser (ESA) (2) () (3) () (4))
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