BEIJING, 28 de abril (Xinhua) – Este lunes, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dejó claro que no se ha llevado a cabo ninguna conversación telefónica entre los líderes de China y Estados Unidos. Además, destacó que las dos partes no han mantenido consultas ni diálogos recientes, lo que indica un estancamiento en las relaciones bilaterales en un contexto de tensiones crecientes.
El portavoz, Guo Jiakun, hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa regular, respondiendo a una pregunta que fue planteada por los medios de comunicación sobre la situación actual entre los dos países. Su comentario enfatiza la falta de comunicación formal y el debilitamiento del canal diplomático.
Guo también abordó el tema de la Guerra Arancelaria, reiterando que la postura de China es bastante clara y firme. En sus palabras, hizo énfasis en que tanto las tarifas como las guerras comerciales son situaciones en las que, fundamentalmente, no hay ganadores. Esto refuerza la noción de que este tipo de confrontaciones económicas solo conducen a pérdidas y tensiones que pueden escalar aún más.
En este contexto, Guo afirmó: “Si Estados Unidos realmente quiere una solución de negociación, debe dejar de amenazar y chantajear a China. Debe buscar un diálogo que se base en la igualdad, el respeto y los beneficios mutuos.” Esta declaración no solo refleja la postura oficial de China, sino que también subraya la importancia de establecer un marco de negociación que promueva la cooperación en lugar de las hostilidades.
La falta de conversación bilateral destaca la creciente división entre ambas naciones, que en el pasado han tenido diálogos significativos sobre comercio, seguridad y otros aspectos que afectan las relaciones internacionales. La ausencia de diálogo constructivo en esta fase es preocupante, ya que muestra que las posibilidades de resolver disputas mediante el entendimiento mutuo y la diplomacia están disminuyendo.
Se espera que cualquier progreso en las relaciones entre China y Estados Unidos dependa de la voluntad de ambas partes de participar en un diálogo que sea justo y equitativo. De no ser así, las tensiones comerciales pueden intensificarse, lo que podría tener repercusiones no solo para ambos países, sino también para la economía global en su conjunto.