Ovsicori reporta una nueva erupción del volcán Poás.

El Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) ha comunicado un nuevo estallido del Volcán Poás este miércoles, lo que ha suscitado la atención de las autoridades y de la comunidad científica. Este fenómeno natural, que se ha estado monitoreando de cerca, ocurrió el 30 de abril a las 12:00 horas, lo que indica que el volcán sigue siendo una fuente de actividad relevante.

Según el informe proporcionado por las autoridades, se destacó que la pluma de gases y cenizas generada por la erupción alcanzó una notable altura de 500 metros sobre el cráter del volcán. Este tipo de actividad es un indicativo de que el sistema volcánico se mantiene activo y, por ende, es necesario seguir observándolo de cerca. La erupción ha generado preocupación, no solo por la altura de la pluma, sino también por el potencial impacto que puede tener en las comunidades adyacentes.

El OVSICORI ha señalado que la actividad de resaltación y la emisión de cenizas han continuado, subrayando la importancia de mantener la vigilancia constante en la zona. Este monitoreo es esencial para evaluar cualquier cambio en el comportamiento del volcán que pueda indicar un aumento en la actividad eruptiva. La posibilidad de que se produzcan nuevas erupciones o de que la actividad sísmica se intensifique hace que la precaución sea una prioridad para todos los que viven en las cercanías del Volcán Poás.

«La actividad sísmica-acústica es variable. Se registró un pico de actividad entre las 4:20 y las 04:40 horas, pero no fue un evento explosivo y la pluma no aumentó más de 500 m,» afirmó el OVSICORI. Este tipo de información es crucial para el entendimiento de la dinámica del volcán, ya que los detalles sobre los picos de actividad permiten a los científicos realizar un análisis más preciso de los patrones de eruptividad y su posible evolución.

Las condiciones actuales del volcán también obligan a las autoridades a evaluar el nivel de alerta. Actualmente, el OVSICORI clasifica el nivel de actividad como de precaución, lo que implica que se deben tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad de las personas en las zonas aledañas. Esta clasificación de precaución es un recordatorio de que, aunque la actividad no sea extremadamente violenta en este momento, siempre existe el potencial de cambio y, por lo tanto, la vigilancia debe ser constante.

En conclusión, la reciente actividad del Volcán Poás pone de manifiesto la importancia del monitoreo continuo y la comunicación efectiva entre las autoridades y la población. La información proporcionada por el OVSICORI es vital no solo para la comprensión científica de los fenómenos volcánicos, sino también para garantizar la seguridad de las comunidades que residen en las proximidades de este impresionante pero potencialmente peligroso volcán.