Saprisa se pronuncia tras la derrota ante TAS

No hay buen momento recientemente para Deportivo Saprisa. Este jueves, los problemas se intensificaron ya que tuvo que afrontar una estadística millonaria que no podía ignorar.

Este desafortunado acontecimiento surge tras la desestimación de la apelación que el club había presentado ante el Tribunal de Misión Deportiva (TAS). Este laudo ha generado una gran preocupación en la afición y la dirección del club, que se enfrenta a un impacto financiero significativo.

El caso en particular se relaciona con el futbolista Jimmy Marin, quien ha sido parte esencial de esta situación, además de involucrar a la cerveza Happayel Sheva del club israelí. Este enredo legal ha suscitado un debate acalorado sobre los procedimientos y decisiones dentro del fútbol profesional.

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«Desde el comienzo de este proceso, consideró el caso como una solución de vencimiento inicial que fue ejecutada por la decisión unilateral del futbolista, y no fue una transferencia pura y simple entre los clubes. Esta condena TAS primero llevó a retener nuestra posición en todas las instancias correspondientes, incluida la apelación.« Así lo destacó el club, poniendo de relieve su postura sobre el proceso judicial.

El club reafirmó su compromiso afirmando: Respetan la decisión final de TAS, pero no comparten. Esto demuestra una determinación de seguir luchando por sus intereses, a pesar de un fallo que considera injusto.

«Como agencia responsable y adherirse a las reglas internacionales, evaluaremos los pasos a seguir dentro del marco legal correspondiente», expresó la agencia, sugiriendo que aún hay opciones que explorar en este asunto legal.

Por otro lado, Saprissa también enfatiza su misión de mantener una «transparencia, gestión de responsabilidad y protección de los intereses del club», lo que refleja un esfuerzo por mantener la confianza de sus seguidores.

Violet Club tiene que pagar 375 mil dólares (aproximadamente 190 millones de colones), una cifra que no considera los intereses correspondientes ni los costos legales que también se están acumulando. Esta situación plantea serios desafíos para la economía del club y sus futuras transacciones.

El club enfrenta un plazo de 45 días para pagar al equipo israelí; de lo contrario, corren el riesgo de no poder firmar nuevos jugadores durante los próximos tres mercados de fichajes. Esto podría limitar significativamente sus opciones de formación y competir al más alto nivel en el futuro.